La pizarra pesaba toneladas sobre la espalda de los Orioles, que eran vapuleados por 0-10 ante los Blue Jays aquella noche del 25 de septiembre de 2020. Ramón Urías se colocó junto al plato y golpeó la pelota con tal enjundia que la sacó del parque por primera vez en su cortísima carrera en Grandes Ligas, apenas 36 días después de haberse convertido en el mexicano 135 en la Gran Carpa, cuando exorcizó todos los demonios que lo merodeaban a la espera de que no concretara su sueño.
El de Magdalena de Kino vio sus primeros turnos al bat apenas hace unos meses, pero nueve años después de que lo firmaran los Rangers y batallara durante ese lapso en sucursales para materializar su sueño. Pero, así como llegó la oportunidad, es consciente de que se puede esfumar cualquier opción si no se mantiene a tope en el Spring Training, donde tiene el objetivo de convertirse en un asiduo utility de la novena de Maryland, ya con la liviandad de haber visto acción en el mejor beisbol del mundo.
“En verdad que sí cambia, he soltado mucha presión. Me siento relajado jugando en el Spring Training, da presión, pero el enfoque es el mismo. Estoy tratando de hacer bien las cosas y mejorar, pero el haber llegado a Grandes Ligas el año pasado sí reduce la presión”, dijo el infielder de 26 años en una videoconferencia.
Urías fue uno de los siete peloteros nacidos en territorio azteca que debutaron en Las Mayores la temporada pasada, marcando así el segundo más alto registro después de los nueve de 1995 y misma cantidad que en 1991. Y no desentonó. Bateó para un promedio de .360 con un jonrón y tres producidas a lo largo de los 10 juegos en los que vio acción, tanto en la segunda base como en la antesala y como torpedero.
“En realidad cuando uno llega es cuando le dicen ‘estás peleando para utility o segunda base’, a mí me dijeron que de utility en banca y cuando están los juegos ya no dicen nada, solo estás en competencia. Por eso hay que seguir trabajando fuerte y estar con fe de que podemos hacer el equipo”, explicó. “Pero el short stop siempre ha sido mi posición favorita, exige más en el terreno que segunda o tercera”.
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Pero el arribo al equipo de Baltimore del shortstop Freddy Galvis, la llegada del segunda base Yolmer Sánchez y el establecimiento del Pat Valaika, hacen que sus opciones se vean alarmantemente reducidas de cara a un 2021 que pinta por demás complejo para Urías y sus aspiraciones por ser uno de los 26 jugadores que inicien en la lista del equipo el próximo 1 de abril.
“Estoy consciente de eso, pero ya sea en Triple A o Grandes Ligas, pero ir trabajando día a día, hacer lo que corresponde en el campo. Es controlar lo que puedo controlar y lo demás dejarlo al cuerpo técnico. Durante el offseason no pude jugar en el invierno en Los Mochis, pero la verdad me preparé bien, me siento bien físicamente, estoy en mi mejor momento en cuanto a físico”, puntualizó.