Michael Lorenzen caminó hacia el montículo para dar inicio al noveno inning, en apenas su segunda apertura con los Phillies y su primera en Philadelphia. Disfrutó de la pasión del público que lo aclamaba. Luego, logró un juego sin hit y consideró que este momento ha sido el mejor de su carrera en el béisbol.
"Tan sólo salir del dugout y oír cómo enloquecían los fanáticos me hizo sentir escalofríos", dijo Lorenzen. "Seguro esto me dio la energía que necesitaba".
Lorenzen logró el miércoles el 14to juego sin hit en la historia de los Phillies, con una actuación deslumbrante. Philadelphia vapuleó 7-0 a los Nacionals de Washington.
Es apenas la quinta ocasión que un pitcher lanza un juego sin hit en su debut como local con un nuevo equipo. Desde 1900, ello ha ocurrido tan sólo dos veces.
"¡Hombre, increíble!", dijo el manager Rob Thompson durante el brindis en el clubhouse. "Bienvenido a Philadelphia, amigo".
Lorenzen (7-7), de 31 años, recetó cinco ponches, entregó cuatro boletos y mejoró a una foja de 2-0 desde que fue adquirido a Detroit en la fecha límite para pactar canjes, a cambio de un pelotero de las menores.
El as retiró a Lane Thomas con una roleta en el comienzo de la novena entraa y ponchó al mexicano Joey Meneses, quien se quedó mirando. Los 30 mil 406 espectadores festejaron cuando Lorenzen retiró a Dominic Smith por medio de un elevado en su lanzamiento número 124 para poner fin al duelo.
Nunca antes había logrado un juego completo. Esta vez lo finiquitó en dos horas y nueve minutos. Lorenzen se volteó la gorra con la visera hacia atrás, y fue felicitado ruidosamente por sus compañeros cerca del plato.
"No ponchaba a nadie en este juego. Cuando estás lanzando, las pelotas pueden caer en diferentes lugares. Simplemente tuve hoy la gracia de Dios", dijo Lorenzen.
"Fue increíble salir para la séptima, octava y noventa entrada. ¡Hombre, y estos fanáticos! Nunca había sido parte de una organización donde los fanáticos son parte del equipo", indicó Lorenzen. "Me dieron ese impulso que necesitaba... Si te sientes fatigado, se te olvida frente a todos estos fanáticos".
Sus compañeros permanecieron cerca de la cueva y continuaron dándole abrazos y palmadas. No se veía una escena así en el Citizens Bank Park desde octubre, cuando los Phillies disputaron la Serie Mundial.