Si bien en el roster de los Houston Astros, equipo monarca de la MLB, no figura ningún pelotero azteca, hay un hombre mexicano que fue fundamental para el éxito de la franquicia en 2017.
Su nombre es Jeff Luhnow y ostenta el cargo de gerente general de la organización. Este miércoles, tras superar a Los Angeles Dodgers en el Juego 7 de la Serie Mundial, recordó sus raíces en plena celebración.
“En México hay mucha fiebre para el beisbol ¡Viva México! ¡Vivan los Astros!", exclamó el directivo en el vestidor, durante una entrevista con Televisa Deportes.
Luhnow es un orgulloso chilango nacido en 1966. Sus padres son estadounidenses y llegaron un año antes a la capital de nuestro país, por lo que residió toda su niñez y adolescencia en la Ciudad de México.
A los 16 años de edad se mudó a la Unión Americana para cursar la preparatoria y descubrió que su pasión era el beisbol.
Su primera oportunidad la recibió con los St. Louis Cardinals en 2003, donde fue nombrado vicepresidente de desarrollo. Con los patirrojos pasó de ser un completo desconocido a ser clave en laos campeonatos de 2006 y 2011.
Estos éxitos llamaron la atención de los Astros, que lo contrataron como gerente general para la temporada del 2012.
Luhnow llegó a un equipo con una profunda crisis de resultados. Las primeras campañas fueron el peor conjunto de las Grandes Ligas con más de 100 derrotas en cada año, sin embargo, el talentoso directivo tricolor siempre dejó en claro que su proyecto era a futuro y enfocado en desarrollar jóvenes talentos.
Poco a poco, Houston fue mejorando sus registros. En 2015 llegaron a Playoffs y las joyas aún sin pulir empezaron a llenar el Minute Maid Park. El resto ya es historia.
LOS ANGELES, SU SEGUNDA CASA
Paradójicamente, Los Angeles, ciudad de los Dodgers, víctima de Luhnow en este Clásico de Otoño, no es indiferente al directivo.
La urbe californiana recibió con los brazos abiertos al mexicano cuando llegó al país de las barras y las estrellas.
Además, tras la llegada del Huracán Harvey en el pasado mes de agosto, Lunhow se refugió en dicha metrópoli.