Fernando Valenzuela subió al montículo para realizar su lanzamiento número 149 del juego, mismo con el que selló su primera victoria en Serie Mundial con apenas 20 años de edad un 23 de octubre pero de 1981. Con el impulso de aquel hito que convirtió a ‘El Toro’ en leyenda, los Dodgers, intentarán recorrer esa estela triunfal que marcó la vida del mexicano para saciar una una sequía de 32 años sin un título de Grandes Ligas.
Esa noche fue tan gloriosa que Valenzuela se sobrepuso a cuatro carreras recibidas para luego colgar el cero en las últimas seis entradas y comandar el primer triunfo de Los Ángeles ante los Yankees cuando estaban 0-2 en la serie y desató así una remontada épica que derivó en la obtención del campeonato de 1981, penúltimo de la historia de los angelinos.
“Creo que hablando de beisbol es probablemente el momento más importante en la historia del beisbol mexicano”, considera Antonio De Valdés, comentarista de TUDN, quien vivió de cerca aquella Serie Mundial. “Fernando tenía una presión muy especial porque los Yankees habían ganado los dos primeros partidos de la Serie Mundial y no tuvo su juego más efectivo, le hicieron carreras temprano, pero después se recuperó y como era su costumbre, tiró toda la ruta”.
Con su letal brazo izquierdo, ‘El Toro de Etchohuaquila' envió un slider que hizo abanicar a Lou Piniella, el umpire cantó el tercer strike y de inmediato, el manager Tom Lasorda corrió hasta la lomita para abrazar al mexicano en la noche más memorable de su prodigiosa carrera tras cantarse el out 27 del duelo. Los Ángeles se impuso 5-4 ante Nueva York y comenzó así una seguidilla de cuatro triunfos para conquistar su quinto título hasta entonces.
“Eso provocó que naciera una nueva generación de aficionados y fanáticos al beisbol que se involucraron con los Dodgers, que cobraron una afición enorme en México gracias a Fernando Valenzuela”, dice José Segarra, también comentarista de TUDN.
Valenzuela había desatado ese año la llamada ‘Fernandomanía’, cuyo epicentro fue a unos mil 454 kilómetros de su natal Etchohuaquila, Sonora, en el Dodger Stadium, mismo que se convirtió en la catedral de quienes le rindieron culto a lo largo de su ilustre carrera. Pero aunque se encontraba lejos de casa, pudo forjar una leyenda que 39 años después llena de añoranza a los aficionados del equipo angelino.
“Yo creo que Fernando hasta mucho tiempo después se dio cuenta de lo que había logrado, de esa 'Fernandomanía'”, considera De Valdés.
Después de haber disputado 10 juegos de postemporada antes de que comenzara la Serie Mundial de 1981 —cinco contra los Astros en la Serie Divisional y cinco más contra los Expos en la Serie de Campeonato—, la novena de los Dodgers había llegado demasiado lejos como para rendirse. Pero luego de dos dolorosas derrotas seguidas, el equipo parecía desinflarse.
Fue así que para el Juego 3 de la Serie Mundial ante los Mulos el novato Fernando Valenzuela brilló como se esperaba pues había lanzado cinco blanqueadas en sus primeros siete juegos y terminó con ocho en total en una temporada que finalizó con marca de 13-7. El mexicano fue el primero y hasta ahora único jugador el Cy Young otorgado al mejor pitcher y el de Novato del Año en la misma temporada en la Liga Nacional.
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