La tarde del jueves 17 de abril de 1997, las alarmas se encendieron en el Bronx. Los entonces campeones reinantes Yankees contaban con una constelación de figuras como Derek Jeter, Andy Pettitte, Bernie Williams y Tino Martínez, pero ninguno pudo evitar ante Brewers la décima derrota en sus primeros 15 juegos de la temporada, un espejo en el que ahora se ven reflejados Aaron Judge, DJ LeMahieu, Gerrit Cole y compañía, en una versión que ilusionó tanto que se ha convertido en la mayor decepción de este inicio de campaña en la MLB.
Tras la derrota ante sus ya asiduos verdugos Tampa Bay Rays, la novena neoyorquina se encuentra con marca de 5-10 en el comienzo de esta vertiginosa campaña, una catástrofe que no ocurría precisamente desde hace 24 años, cuando otra generación dorada en Manhattan generó más preocupaciones que certezas pese a poseer una nómina plagada de talento y un título recién obtenido apenas meses atrás.
Es así que la crisis actual en el equipo manejado por Aaron Boone podría no ser tan alarmante tomando en cuenta que se han jugado apenas el 9.25 por ciento de los 162 encuentros del calendario, y más si se compara con la última ocasión en que tuvieron un comienzo tan desalentador. De hecho, corregir el camino en la temporada del 97 se logró precisamente a partir de su juego número 16, cuando lograron vencer a los Chicago White Sox para desencadenar una racha de ocho triunfos en los siguientes 10 duelos.
Gracias a la labor de un genio como Joe Torre, los Mulos cerraron la temporada regular con cinco victorias al hilo para colarse a los Playoffs donde finalmente fueron eliminados en la ALDS en seis juegos por los Indians. Y aunque no lograron cumplir a bien los objetivos planteados a principio del año, lograron dar un golpe de timón y dejar un buen sabor de bocas en su de por sí exigente afición, por lo que la paciencia a Boone será clave para soportar el actual proyecto.
Si bien los objetivos son altos en este 2021 en que se cumplirán 12 años sin conseguir un título y este comienzo negativo con cinco derrotas seguidas que coloca a Nueva York no solo como el peor equipo del Este de la Liga Americana, sino en todo el Joven Circuito en general, los Yankees tienen un amplio margen de maniobra en busca de corregir el rumbo y poner fin a su prolongada sequía, por lo que mirarse en el espejo de aquel desastroso inicio de 1997 podría servir de ejemplo para resurgir y buscar cambiar su destino en la Postemporada.