Derrotados, humillados, tendidos sobre la duela y habiendo sido testigos del nacimiento de una leyenda; así, quedaron los Portland Trail Blazers hace nueve años cuando presenciaron el surgimiento de Stephen Curry en el juego más raro en la historia de la NBA.
Este 13 de febrero ambos equipos se miden en el Moda Center por lo que es buen momento para recordar lo ocurrido el 14 de abril del 2010, cuando los Golden State Warriors derrotaron a los Trailblazers 122-116 con 42 puntos del entonces novato Steph Curry en el duelo final de aquella temporada regular. Aquel partido pasó a los libros de historia porque los californianos no tenían suficientes jugadores para disputar el encuentro.
Los Warriors sólo tenían 6 jugadores sanos, pero para cumplir con la regla que establece que mínimo debes tener ocho basquetbolistas disponibles, tanto Ronny Turiaf como Anthony Morrow fueron al banquillo a pesar de estar lesionados.
GS saltó a la duela con Stephen Curry, Monta Ellis, Anthony Tolliver, Reggie Williams y Chris Hunter. Ellos debían jugar todo el partido; sin embargo, con menos de cinco minutos transcurridos en el primer cuarto, Hunter se lesionó y Devean George entró en su lugar.
Ahora sí, los cinco Guerreros restantes tendrían que jugar el resto del partido sin margen de error, pues no podrían descansar ni un segundo. A pesar de la desventaja, todo le estaba saliendo bien a los Warriors, pues iban ganando en el último cuarto; sin embargo, faltando 4:47 para terminar el partido, Devean George cometió su sexta falta y fue expulsado, dejando así al equipo sin suficientes jugadores en condiciones reales de aportar en la duela.
Don Nelson, coach de los Warriors, intentó explicar esto a los oficiales, pero el cuerpo arbitral se negó a permitir que George permaneciera en el encuentro, así que Nelson tuvo que recurrir a su conocimiento de las reglas del juego para solucionar el problema.
"Si un jugador cometió su sexta falta personal y todos los sustitutos ya fueron descalificados (por lesión o expulsión), dicho jugador debe permanecer en el partido y se le marcará una falta personal y una falta de equipo y una falta técnica contra su equipo (...) Sus faltas subsecuentes serán tratadas de manera similar", decía el reglamento.
Así que Nelson hizo ingresar a Hunter, que se había lesionado al principio del partido pero como seguía en la banca, se entendía que aún estaba en buenas condiciones, luego a Turiaff y luego a Morrow. Los tres jugaron menos de un minuto y dijeron haberse lesionado en ese tiempo, por lo que se fueron al vestidor.
Este genial acto de Nelson le permitió regresar a Devean George al partido y al final los Warriors se llevaron la victoria con 42 puntos de un novato, 11 después del peculiar incidente. Aquella noche, Wardell Stephen Curry II mostró los primeros destellos de una estrella que, debido a las lesiones, tardaría unos cuantos años más en consolidar su cegador brillo como el mejor tirador de todos los tiempos.
"(Mis jugadores) piensan que este es el mejor partido en el que jamás han estado. Hacer algo como esto, ¿y sabes qué?, quizá tengan razón", señaló Don Nelson.