Stephen Curry se enrachó y eso fue apenas suficiente para derrotar a Sabrina Ionescu. Lo logró por tres puntos, como cabría haber esperado.
El astro de Golden State y máximo anotador de triples en la historia de la NBA superó a Ionescu por 29-26 en la competición Steph vs. Sabrina realizada el sábado en la antesala del Juego de Estrellas. Fue la primera vez que un hombre se enfrentó a una mujer en las festividades previas al partido estelar del domingo.
“Para nosotros, haber dado un espectáculo así fue algo perfecto”, enfatizó Curry. “Fue mucha la emoción que pudimos generar ahí en tan corto tiempo, con dos grandes disparadores que queríamos ganar. Es algo que recordaremos por mucho tiempo”.
Ionescu ganó la competencia de triples de la WNBA el año pasado, con 37 puntos, un récord. Destrozó entonces la marca de Curry, que era de 31 unidades en la NBA
A partir entonces se lanzó un reto y se fue planificando que ambos chocaran en el fin de semana del Juego de Estrellas.
Se llevó a cabo, y pareció el evento principal de la noche, eclipsando inusitadamente al concurso de clavadas que se realizó después.
“Ojalá que ésta no sea la última vez que hacemos esto”, dijo Ionescu.
Difícilmente lo será, a juzgar por el entusiasmo que mostró el público, así como muchas personas relacionadas con la NBA y la WNBA. El premio de Curry fue un cinturón de campeón, con las imágenes de una cabra —en inglés “GOAT”, que son también las siglas del “más grande de todos los tiempos”.
Tras el duelo, Curry y Ionescu hablaron incluso de la posibilidad de incorporar a otros participantes para el año próximo, cuando el Juego de Estrellas se realizará en San Francisco, la casa de los Warriors.
Sin duda es el mejor en los disparos de larga distancia. Pero Ionescu, quien juega en el Liberty de Nueva York, le dio mucha pelea.