Damian Lillard es el amo y señor de la burbuja de la NBA y lo dejó demostrado tras apoderarse del octavo puesto en el Oeste para dejar así fuera a Devin Booker y sus Suns, que pese al 8-0 en la reanudación de la temporada, no pudieron concretar el milagro y deberán regresar a casa.
Con los resultados de ayer dentro de la burbuja de Orlando, Florida, los Grizzlies serán rivales de los Trail Blazers en la nueva modalidad de Play-in, ideada para tratar de contrarrestar la disminución de juegos en el calendario debido a la pandemia en busca de dar mayor noción de justicia dentro del aislado desenlace de la campaña regular.
Portland tenía la última palabra y sufrió en exceso ante unos impetuosos Nets que lideraron la mayor parte del juego, pero no pudieron soportar la presión de Lillard, quien terminó con una bestial cosecha de 42 puntos, 3 rebotes y 12 asistencias para firmar un importante doble-doble y comandar el triunfo de 134-133 que acabó con las esperanzas de Phoenix, que más temprano había derrotado a los Mavericks para mantener vivas sus aspiraciones unas horas más.
Memphis venció a los Bucks por lo que Portland tenía la presión de ganar para no quedar eliminado, y es que de haber perdido ante Brooklyn, el Play-In hubiese sido Suns-Grizzlies, algo que finalmente no ocurrió tras la noche mágica de Lillard. Ahora, el octavo boleto para Playoffs lo disputarán mañana para definir la cartelera del peleado Oeste.