Con 47 años de vida, el Estadio Cuauhtémoc lució a plenitud su nueva imagen y ya con una historia rica por detrás al ser sede de dos Copas del Mundo y también testigo de campeonatos del Puebla, su reinauguración se dio con "bombo y platillo" en una noche para el festejo.
Desde noviembre del 2014, la directiva camotera decidió cerrar las puertas del inmueble para dar paso a una remodelación necesaria que llevó justo casi 12 meses hasta esta nueva apertura.
Una de las principales características del rejuvenecimiento es que el aforo creció de 42 mil 648 a 51 mil 726. Para ello, se construyeron dos nuevas rampas en las cabeceras norte y sur, además de 80 nuevos palcos. Por primera vez lucieron ya con público.
La fachada de "Etfe" con los colores del Puebla entre azul y blanco también le da un tinte espectacular al estadio. Por dentro la iluminación también es inmejorable para los encuentros de noche y las butacas son más cómodas. El público también hizo lo suyo asistiendo en gran cantidad y ya el tráfico era intenso dos horas previas al arranque d encuentro entre La Franja y Boca Juniors.
Caso contrario, en los estacionamientos aún faltan algunas zonas con alumbrado y de repente la oscuridad es notoria. Otra de las cosas a mejorar es que aún falta tener un internet de alta intensidad de acuerdo a las exigencias de estos tiempos.
Un grupo de rock dio la bienvenida a los aficionados en uno de los accesos del Cuauhtémoc en esta noche especial. Ya en la cancha también hubo un espectáculo de música regional con decenas de niños y adolescentes antes del partido. La casa de La Franja está de regreso.