Los Mundiales siempre van más allá del futbol. El duelo entre Irán y España pasará a la historia no por el resultado en Kazán, sino porque por primera vez en años Irán permitió que las mujeres presenciaran en un estadio local junto a los hombres un partido de este deporte.
Después de la Revolución Islámica de 1979 las iraniés no podían acceder a los estadios y fue hasta este miércoles cuando se les otorgó el derecho de asistir al recinto de Azadi en Teherán, el más grande de Irán, para ver el encuentro de su país contra La Roja a través de pantallas gigantes.
No fue nada fácil conseguir entrar, y es que a pesar de que ya habían comprado sus entradas, la policía les negó el acceso, puesto que las autoridades habían cancelado la retransmisión, así lo confirmó la agencia 'Tasmin', vinculada a la Guardia Revolucionaria, supuestamente por daños en la infraestructura.
Sin embargo, las mujeres y sus acompañantes negaron a irse y poco antes de que comenzara el partido correspondiente a la Fase de Grupos del Mundial de Rusia 2018 les abrieron las puertas.
En pasadas ocasiones, algunas mujeres iraníes amantes del futbol se han atrevido a correr el riesgo de entrar a los estadios disfrazadas de hombres con barbas y pelucas.
Una iraní, que actualmente se encuentra en Rusia para presencial el Mundial, se dio a conocer como Sara, nombre falso que utiliza para evitar que la identifiquen en su país y la metan a la cárcel, y no ha temido iniciar una campaña con el hastag #NoBan4Women para pedir que se le autorice la entrada a las mujeres a los estadios de su país.