Un gran golpe de suerte terminó por romper la paridad que existió durante 90 minutos en el Estadio de San Petersburgo. Un autogol de Bouhaddouz dio a Irán tres valiosos puntos en el Grupo B.
Los iraníes aprovecharon una falta lateral para llevarse su primera victoria en partido muy trabado, que Marruecos dominó desde el arranque, pero no supo resolver ante la figura de Beiranvand, que se encargó de mantener el cero en su arco ante los intentos de El Ahmadi y Belhanda.
Marruecos e Irán dieron la primera gran decepción de la Copa del Mundo, pues en un juego ríspido, de mucha lucha, lo que encendió a la tribuna fue la preocupación tras una desafortunada jugada en la que Nordin Amrabat, de Marruecos, cayó conmocionado y tuvo que abandonar el encuentro.
