Tras la derrota 1-0 contra el Atlas, Ricardo Ferretti dejó de ser el entrenador de Tigres, institución a la que dirigió y transformó durante 11 años años ininterrumpidos.
Cuando llegó, la 'U' tenía dos campeonatos y había descendido una vez. Ahora no sólo está lejos de la pérdida de la categoría, sino que suma cinco estrellas más, todas, bajo el mando de Ricardo.
Además, en su último ciclo (2020-21) le dio lo que tanto se le reclamaba: trascendencia internacional, al ganar la Liga de Campeones de la Concacaf y llegar a la Final del Mundial de Clubes.
Una de sus primeras muestras de intensa búsqueda del éxito se dio en 2012, durante un entrenamiento.
"Sesenta putos años y una prótesis y lo hago mejor que ustedes", reclamó a sus futbolistas por la poca calidad que mostraban en la práctica. Exigir no sólo es un asunto que maneja en el vestidor, sino fuera de él.
En 2015 fue cuestionado sobre una posible llegada de jugadores europeos a Tigres. Él respondió con un categórico: "Quiero traer a Messi a Tigres, pero no me alcanza". Al final el club firmó a André-Pierre Gignac, quien ha sido fundamental en la revolución del Tuca.
Durante ese mismo año la prensa le preguntó por unas declaraciones del ecuatoriano Joffre Guerrón, quien se quejaba por no jugar. Desde el micrófono impuso la disciplina.
"En este plantel llegamos a 30 jugadores y todos quieren jugar, yo tengo que poner a 11 y esa es la autoridad que tengo. Sé cuáles son mis responsabilidades y mis decisiones", respondió. Guerrón salió a los pocos meses de la institución.
Que Tigres sea uno de los equipos más ganadores en la historia del futbol mexicano no hace que Ricardo lo considere "grande". En 2017, con la sexta estrella recién ganada contestó, mostrando mucho respeto hacia otros equipos, pero reconociendo lo logrado.
"Nosotros, en los últimos años estamos buscando hacer lo mejor posible las cosas. Todavía somos una institución joven en comparación con un América, un Toluca, un Guadalajara, hasta el mismo León, que son instituciones de más años", sentenció.
Durante el Mundial de Clubes pasado 'Tuca' mostró una gran madurez y sensatez, al hablar con mesura del Palmeiras, rival al que los felinos vencieron para clasificar a la Final.
“Nuestra mentalidad es no menospreciar a nadie, pero tampoco hacemos más grande a los equipos del o que son. Nosotros respetamos, somos un grupo humilde. No hacemos menos a nadie, pero tampoco tenemos miedo de nadie”, explicó.
