Cruz Azul acarició la tercera victoria del torneo, pero una inesperada expulsión de Ignacio Rivero permitió que los Rayados le arrebataran el empate de último minuto que privará a La Máquina de acercarse al liderato general.
El campeón ya saboreaba el tercer triunfo en fila, pero un remate de cabeza de José Alvarado en tiempo agregado apagó la fiesta en el Azteca.
Sin importar la calidad de sus rivales, Juan Reynoso mantiene la filosofía de las rotaciones por necesidad y por mera estrategia, dejando de manifiesto que los celestes son cosa seria.
El estratega peruano mandó a Jonathan Rodríguez por ver primera como titular, pero el cotejo se desarrolló a ritmo semi lento por parte de ambos conjuntos y culminó con un empate poco lucido en los primeros 45 minutos.
Sin embargo, como ya es costumbre, Reynoso sacudió la plantilla en el primer cuarto de hora del complemento para dar entrada a Santiago Giménez, quien una vez más se convirtió en un factor determinante para los celestes.
De inmediato se notó la presencia del canterano en el campo, pues provocó una pena máxima al minuto 64 luego de ser derribado de manera inocente por Esteban Andrada.
Por su parte, Jonathan Rodríguez tomó la responsabilidad desde los once pasos y venció al arquero de los Rayados para sentenciar el partido y abrir su cuenta personal en el torneo.
El partido tuvo sus mejores momentos tras la anotación cementera, ya que los visitantes buscaron a como dé lugar comprometer la portería de un desacertado Andrés Gudiño.
Cuando el árbitro anunció que añadiría seis minutos de juego, llegó una pelota parada para los Rayados y José Alvarado se elevó en el área para colocar un remate bombeado por encima de Andrés Gudiño, quien poco pudo hacer para evitar la anotación.
Cruz Azul tendrá que esperar para acechar el liderato general, además de que perderá a uno de sus pilares para la siguiente fecha ante San Luis.
