Tomás Boy recordó sus años de gloria y salió del ‘Volcán’ con tres puntos en la bolsa. En una noche de pesadilla para Tigres que sufrió una expulsión al minuto 10 y un penalti fallado de Gignac, Mazatlán se quedó con el triunfo en el Universitario.
El trabajo de la semana del conjunto universitario fue echado por la borda al minuto 10 de juego, cuando en una jugada a la ofensiva, Javier Aquino perdió el esférico por un mal control, por lo que trató de recuperar de inmediato el esférico, aunque de manera imprudente al planchar a Israel Jiménez.
La jugada fue juzgada simplemente como falta; sin embargo, el VAR le notificó a Óscar Macías sobre la gravedad de la jugada, por lo que el silbante reviró y decidió mostrarle el cartón rojo al oaxaqueño, provocando la furia de Ricardo Ferretti, quien incluso perdió sus muletas durante la rabieta.
Esa situación le permitió a los de la Perla del Pacífico a acomodarse mejor en el campo para irse convirtiendo en un peligro cada vez más constante en la puerta de Nahuel Guzmán, encontrando su recompensa a unos segundos de que concluyera el primer tiempo cuando en un servicio a la espalda de Salcedo, Michael Rangel controló y definió cruzado para poner en ventaja a los de Sinaloa.
Para la parte complementaria, Tigres se reagrupó y trató de remar contra corriente, aunque una genialidad de Giovanni Augusto amplió la ventaja para la visita cuando el brasileño controló el balón dentro del área, realizó una serie de fintas y remató de primera intención al poste de Nahuel.
Unos minutos después, el silbante marcó un penalti por un claro jalón en el área; sin embargo, André-Pierre Gignac tampoco estuvo en su mejor noche y estrelló el balón en el poste de Vikonis.
Con más corazón que buen futbol, los auriazules lograron recortar distancias gracias a Carlos González que remató de cabeza dentro del área chica de Luis Quiñones para provocar un trepidante cierre de encuentro, aunque el reloj fue un enemigo más que los felinos no pudieron doblegar, consumando un nuevo tropiezo.
