Los últimos minutos de la Gran Final fueron tensos debido a un conato de bronca que se iniciara por una provocación de Santiago Giménez sobre Doria, y en el que estuvieron involucrados gran parte de las plantilla celeste así como lagunera.
Jesús Corona se mantuvo sereno durante la incertidumbre de los empujones e incluso trabajó en tranquilizar a sus compañeros; sin embargo, no pudo contener la calentura del momento una vez terminó el partido.
El capitán de Cruz Azul fue captado empujando a un comisario de la Liga MX una vez Fernando Hernández dio el pitazo final, presuntamente por no haber permitido el acceso a la cancha a parte del staff celeste.
Pese a todo, el portero guardó la postura y la situación no pasó a mayores, aunque es posible una sanción en caso de que el hecho sea investigado y proceda un castigo.
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