Este miércoles desde el Estadio Universitario en San Nicolás de los Garza, Tigres y Cruz Azul protagonizaron un intenso empate en la ida de las semifinales de la CONCACAF Champions Cup. Con un primer tiempo sin muchas emociones y un complemento muy diferente, regiomontanos y capitalinos empataron a uno.
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Pasados los 20 minutos, parecía que se encendían las alarmas para Tigres. Diego Lainez, en una acción defensiva, sufrió una torcedura en el tobillo derecho, obligándolo a tirar el balón fuera para ser atendido. Esto derivó en un tiro de esquina para Cruz Azul, pero en un gesto de fair play, la Máquina devolvió el esférico a Tigres al enviar el córner hacia la banda, ganándose el respeto de los presentes.
Cerca del descanso, Cruz Azul cometió un error que casi le cuesta caro. Un mal pase en la salida desde el fondo dejó el balón a Juan Brunetta, quien, viendo a Kevin Mier fuera del arco, intentó un remate de primera. El disparo, cargado de intención, pasó rozando el poste, arrancando suspiros de la grada. Tigres olfateaba el gol, pero la puntería no estaba fina.
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En el tiempo añadido del primer tiempo, Tigres desperdició una oportunidad de oro. Tras un córner de Cruz Azul, los felinos armaron un contragolpe letal con superioridad numérica. Uriel Antuna, a toda velocidad, condujo hasta el área y cedió a Nico Ibáñez, pero la defensa cementera interceptó en el momento clave. La jugada, que prometía abrir el marcador, terminó en nada, y la afición expresó su frustración con abucheos.
El complemento arrancó con Cruz Azul más incisivo. Carlos Rotondi envió un centro preciso al segundo palo, donde Jorge Sánchez, con el arco a su merced, remató de forma desastrosa. Para alivio del lateral, el árbitro marcó una falta previa en el ataque, invalidando cualquier posibilidad de gol. La Máquina seguía presionando, decidida a imponer su ritmo.
Al minuto 68, el dominio celeste rindió frutos. Un balón largo desde la izquierda fue bajado magistralmente por Ángel Sepúlveda, quien habilitó a Carlos Rotondi. El argentino no dudó y, con un potente disparo de primera, batió a Nahuel Guzmán, desatando la euforia entre los aficionados visitantes. Cruz Azul se ponía 1-0, castigando la falta de contundencia felina.

En los minutos finales, Tigres despertó con furia. Kevin Mier se lució al detener un par de embates peligrosos, pero al 84’, la resistencia celeste cedió. Un tiro libre cobrado por Brunetta encontró la cabeza de Juan Purata, quien remató con autoridad para empatar 1-1. El Volcán estalló en júbilo, y aunque Tigres insistió, el marcador no se movió. Todo se definirá en la vuelta, con la serie más viva que nunca