Cruz Azul venció a un dócil Necaxa y se consagró Campeón de la Supercopa MX
El primer trofeo del semestre está en las vitrinas de Cruz Azul. Con base en un eficaz funcionamiento, La Máquina de Pedro Caixinha mostró estar 'aceitada' de cara al Apertura 2019 al pasarle por encima, sin problema alguno, a un Necaxa sin oposición, lo que le permitió a los celestes adjudicarse su primer título de Supercopa MX.
Con goles de Milton Caraglio, Elías Hernández, Édgar Méndez, así como de uno de los nuevos refuerzos, Juan Escobar, el conjunto cementero terminó por ser mucha pieza para los Rayos, con lo cual el equipo tuvo un inicio exitoso en la nueva campaña, misma en la que ahora pretenden apuntar hacia la Liga MX.
El cero duró poco en el marcador. Tras mostrar un mejor funcionamiento en todas las líneas desde el pitazo inicial, Cruz Azul se fue arriba gracias a un cabezazo de Milton Caraglio, quien aprovechó un servicio a balón parado de Yoshimar Yotún para iniciar la felicidad celeste.
La Máquina era mejor. Los minutos posteriores al primer tanto fueron testigos de la buena preparación que los de La Noria tuvieron para arribar al duelo. A pesar de que Eduardo Herrera tuvo en sus pies el empate al 37', una falla de Hugo González dio pie al segundo gol cementero.
Antes de ir al descanso, el arquero de los Rayos salió hasta media cancha para evitar un contragolpe; sin embargo, luego de que Édgar Méndez se quitara la marca, Elías Hernández se encargó de conseguir el 2-0 ya sin arquero en el arco.
Para el segundo tiempo, Cruz Azul mantuvo el mismo entusiasmo. Al 46', así quedo claro luego de que Édgar Méndez obtuviera un 3-0 que lucía definitivo. Tras un centro por izquierda de Adrián Aldrete, el volante español se anticipó a su marca para conseguir un suave remate que terminó en las redes.
Así, ante unos Rayos neutralizados que lucían poco futbol, La Máquina continuó en búsqueda de más. La recompensa llegó justo en los minutos finales, pues al 88', Juan Escobar consiguió su primer tanto como celeste luego de cerrar un desborde de Jonathan Rodríguez que concretó el primer título de una Máquina que luce sólida.
