La Federación Mexicana de Futbol tiene el camino escrito para sancionar la terrible trifulca que albergó el Estadio Alfonso Lastras el pasado fin de semana. Desde hace 5 años está en vigor la Ley que resguarda la seguridad en los eventos deportivos y el Presidente de la FMF, Yon de Luisa, la conoce, así lo confirmó quien impulsó dicha ley, el entonces Diputado Gerardo Liceaga.
“Me da mucha tristeza ver esas imágenes pero si realmente la Federación quisiera algo, Yon de Luisa y Enrique Bonilla deberían de ir con su grupo de abogados y visiten a la policía y con sus abogados, y confirmen que realmente están interesados en solucionar el problema. Yon de Luisa conoce la Ley a detalle, él estuvo presente en las reuniones de cuando se estaba proponiendo, él sabe lo que procede”, relató Liceaga a RÉCORD.
Si bien, en un principio la ley no quería ser aprobada, fue después de un acto violento en contra de un elemento de seguridad durante un 'Clásico Tapatío' cuando se dio luz verde.
“La Ley se promulga en marzo de 2014 después del partido entre Chivas y Atlas en donde están unos verdaderos imbéciles que están brincando y pateando la cabeza de un policía al que dejaron seriamente lesionado fue cuando aceptaron y aprobaron la Ley”, reveló el Periodista.
“Lo que yo quería hacer con esa Ley era bajar los índices de violencia en los estadios y que no se repitieran, finalmente se adopta y a estos muchachos que le saltaron en la cabeza al policía no los dejaron salir con los 3 mil pesos acostumbrados en el Ministerio Público, les pusieron una fianza de un millón de pesos y por supuesto se fueron al Penal de Puente Grande y toda la 'bandita' de esos chavos jamás volvió al estadio”, agregó.
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Sin embargo, recuerda que tras profundizar en las negativas que se encontraban descubrieron que la resistencia se debía a que dentro de las barras existen ciertos grupos que responden a los clubes o a los mismos partidos políticos.
“Había una resistencia pero nos pusimos a investigar y nos dimos cuenta de que los partidos políticos tienen grupos de choque incrustados en las barras y se negaban a establecer penas de cárcel, hay una mafia muy bien controlada con porros, anarquistas y grupos de choque”, apuntó Gerardo Liceaga.
