A pesar de que anotó uno de los goles del título y provocó una expulsión luego de Raymundo Fulgencio le diera un manotazo en el rostro, Julián Quiñones aseguró que era imperdonable no haber anotado ese tanto que abrió el marcador.
“La primera creo de cabeza me llega de sorpresa porque esperaba la pelota abajo, pero me viene arriba y trato de acomodar al cuerpo, pero lastimosamente no hago buen contacto, sentí que esa era la oportunidad para irnos en el marcador, sabemos al rival que nos estábamos enfrentando y una falla así creo que era imperdonable, gracias a Dios se me dio otra oportunidad le pegué con la zurda porque venía botando, gracias a Dios entró”, dijo a TUDN.
Además, llegó a su quinto título como jugador de la Liga MX, momento que llevará en su memoria y se lo dedicó a la fiel afición americanista.
“Creo que al llegar al quinto título para mí no es nada fácil, lo he venido trabajando, lo he venido buscando, gracias a Dios se me dio la oportunidad de un título más, es para la afición que tanto lo busco que tanto lo soñó y se logró”, argumentó.
“Se lo dedico a todas las personas que están conmigo, pero más a las que están en las malas son las que merece todo esto en las buenas está cualquiera, se lo dedico a mi familia a mi esposa y a todos los que están conmigo en mil batallas”, dijo.
Al ser cuestionado sobre cuál era la clave del equipo azulcrema para lograr la 14, sin titubeos respondió:
“La hermandad, yo siempre lo he dicho este equipo, a pesar de tener a grandes jugadores este equipo nunca se llenó de ego, todos sabíamos lo que nos estábamos jugando y lo que queríamos para esta institución”, finalizó Julián Quiñones.