La incertidumbre que genera la ausencia de algún futbolista en las convocatorias del América no es precisamente porque padezcan un problema grave, es más una ideología y formas de trabajar de Santiago Solari, quien tiene claro que nunca acelerará el regreso de uno de sus jugadores a la actividad, y si es posible se les dará más tiempo de lo necesario para que puedan volver al cien y sin ningún riesgo de recaída.
Para el estratega argentino no existe la prisa por poner a jugar a uno de sus futbolistas que va saliendo de una lesión, sin importar de quien se trate, y el ejemplo más claro ocurrió el fin de semana que a pesar de encarar el que hasta ese momento era el partido más importante de la temporada, Solari no tuvo ningún inconveniente en dejar fuera de la convocatoria a Sebastián Córdova y Henry Martín, su cerebro y goleador del equipo.
Otro de los casos que lo confirma fue el que vivió Pedro Aquino a su llegada. El volante peruano disputó 20 minutos de la Jornada 1 contra San Luis y con eso se dieron cuenta de que el jugador que había sido dado de alta antes de que llegara el nuevo Cuerpo Técnico, no estaba listo todavía y lo guardaron 3 semanas más y reapareció hasta la Jornada 5 contra Puebla para disputar media hora del partido.
El tema llama mucho la atención porque en gestiones anteriores, se imponía como prioridad sacar el resultado a costa de la integridad física de los jugadores a quienes se exponía de manera innecesaria con apenas tres cuartos de su etapa de rehabilitación bajo el arguemento de que los propios futbolistas confirmaban “ya sentirse bien”, sin embargo, las consecuencias fueron peores en varios casos donde se recaía en lesiones de mayor gravedad o se volvía a poner inactivo nuevamente.
