El Clásico Capitalino se jugó al sur de la CDMX, pero vibró en toda la ciudad. América y Pumas no se guardaron nada y volvieron a demostrar que su rivalidad será eterna protagonizando un intenso empate a un gol.
Desde el arranque la pasión se desbordaba de los pasillos y tribunas del Azteca, las vibras del Clásico Capitalino sacudían al sur de la ciudad y es que dentro se la cancha los equipos estaban correspondiendo a las exigencias del encuentro.
Pero fue hasta la parte complementaria cuando se sacudieron las redes. Los primeros en hacerlo fueros los universitarios, que en una segunda jugada en un tiro de esquina, Nicolás Freire sorprendió con un tiro de media vuelta a primer poste para abrir el marcador.
Sin embargo, la ventaja auriazul duró poco luego de un regalo de Diogo de Oliveira, quien inocentemente pateó a Sebastián Cáceres que estaba de espalda al arco, abriendo la oportunidad de que el líder de goleo, Henry Martín, lo cambiara por gol unos minutos después de la anotación auriazul.
La repartición de puntos era un acuerdo que no favorecía a los visitantes ya que ellos eran los necesitados para seguir en la lucha por un boleto a los choques de Repechaje, pero fueron las Águilas quienes cerraron de mejor forma el partido encerrando a Pumas en su área apostando a un contragolpe.
Al final el encuentro no defraudó y ambos buscarán sus objetivos en la última jornada, América amarrar el subliderato general; mientras que Pumas hará todo lo posible por buscar su boleto en la casa de Rayados.