Un bajón de energía eléctrica en el Estadio Hidalgo detuvo el partido durante 5 minutos. El árbitro Eduardo Galván atendió la queja de algunos futbolistas de Pachuca y frenó las acciones.
Los Tuzos sacaron ventaja a la localía ya con el marcador a su favor, pero con un América encima de ellos con un ritmo acelerado, exigieron que el silbante parara las acciones del partido argumentando que no se veía con claridad dentro de la cancha.
Y efectivamente algunas lámparas del inmueble se apagaron por un momento, mismo que sirvió para que el equipo visitante bajara los decibeles y se enfriaran en lo que se restablecía la iluminaría.
Felipe Pardo y el estratega Paulo Pezzolano fueron de los que más reclamaban al central y al línea que estaba de su lado para que detuvieran el parido, mismo que consiguieron por un aproximado de 5 minutos ante la molestia de los futbolistas y banca de las Águilas que exigían se reanudaran las acciones.