Aficionados de Tigre, que viajaban rumbo al Estadio de Lanús, detuvieron los micros en los que se movilizaban para presenciar el juego de su equipo y atacaron a un grupo de personas que portaban camisetas de Nueva Chicago.
El violento episodio tuvo lugar en un tramo de la Avenida General Paz que divide la Ciudad de Buenos Aires con la provincia homónima, cuando decenas de hinchas de Tigre interrumpieron al tránsito y descendieron de los buses para agredir a pedradas y robar a un grupo de individuos que se encontraban comiendo carne asada.
Al parecer, algunas de las víctimas portaban playeras de Nueva Chicago, por lo que los 'barrabravas' de Tigre decidieron interrumpir su viaje para emboscar a los sorprendidos comensales.
Por su parte, el vicepresidente del club Nueva Chicago, Daniel Ferreiro, negó que las personas agredidas tuvieran relación alguna con simpatizantes del club verdinegro.
A modo de provocación, algunos aficionados del equipo de Victoria se mofaron del ataque haciendo circular fotos en las que lucen trozos de carne asada que robaron tras la agresión.
Tras el incidente, se detuvieron a 15 aficionados de Tigre.
La rivalidad entre ambas parcialidades data desde 2007, cuando ambos clubes se enfrentaron por la Promoción para quedarse con un lugar en la Primera División argentina y, tras el encuentro, un cruce de hinchadas terminó con la vida de un simpatizante de Tigre a manos de la porra de Chicago.
Este nuevo episodio de violencia en el futbol argentino se registra en el marco de la discusión por el regreso o no del público visitante a los estadios (desde hace algunos años, organismos de seguridad de Argentina prohibieron el ingreso de simpatizantes visitantes), cuando se pretendía reincorporarlos gradualmente en algunos juegos.