Los goles de los bosnios Miralen Pjanic y Edin Dzeko derribaron a la Juventus, que aún no ha sido capaz de puntuar en la Liga Italiana, en la que ha firmado el peor arranque de su historia.
Sin punto alguno en los dos partidos jugados, el equipo de Massimiliano Allegri ha empezado a generar dudas. El nuevo proyecto del Campeón de las cuatro últimas temporadas ha sido puesto en entredicho por el Udinese y el Roma, verdugos de la ‘Vecchia Signora'.
El choque mantuvo el equilibrio durante la primera mitad, pero se alborotó tras el descanso. Un tiro libre transformado por Pjanic alteró el estado del Juventus, que perdió la calma.
En el último cuarto de hora los de Turín se quedaron con un jugador menos. El francés Patrice Evra vio la segunda tarjeta amarilla y fue expulsado. A continuación, Dzeko aprovechó un error de la defensa visitante y un centro del español Iago Falqué para ahondar en la herida turinesa.
Para entonces ya estaba sobre el césped el español Álvaro Morata, que ocupó el sitio del croata Mario Mandzukic. Después, entraron el argentino Roberto Pereyra y el colombiano Juan Cuadrado.
La Juve, que perdió su columna vertebral respecto al año pasado, acorraló al equipo romano con base en orgullo. El argentino Paulo Dybala acortó distancias tras un centro de Pereyra.
Y pudo empatar en el tramo final si no hubiera sido por la actuación del meta polaco Wojciech Szczesny, que propició el triunfo romano y que, por primera vez en su historia, la Juventus pierda los dos partidos iniciales del campeonato.