OMAR HERNÁNDEZ
Los Diablos se niegan a quedarse sin Liguilla y volvieron a pensar en la fase final al llegar a 15 puntos con este triunfo sobre los Xolos que sacó a los rojos de un bache de dos derrotas consecutivas.
Sufrida fue la victoria del Toluca, que nunca supo reflejar en la cancha su superioridad numérica luego de la expulsión de Fidel Martínez al minuto nueve para el cuadro tijuanense.
Para los fronterizos, la caída hace que la Liguilla esté en el hilo, al sumar su cuarto partido sin ganar y tercera derrota en estos duelos, aunque mantiene esperanzas con 17 unidades en la tabla general.
Fue un partido con muchas circunstancias al arranque del mismo. Gol tempranero de Wilson Tiago, apenas a los siete minutos, además de la expulsión de Fidel Martínez y la salida de Diego Novaretti y Alfredo Moreno por lesión. Todo en un lapso no mayor a los 20 minutos.
Antonio Naelson marca diferencia para su equipo, el problema es su intermitencia. Cada que el ';10'; de los Diablos tomaba la pelota pasaba algo ante unos perros aztecas que nunca padecieron su hombre de menos gracias al oficio del equipo del Turco Mohamed.
Pero Xolos se encontró con un espinoso arbitraje que los desconcentró y no les permitió desarrollar su juego. Varios jugadores manifestaron su inconformidad con el árbitro central Jorge Isaac Rojas.
En una jugada que pudo sentenciar al partido, Héctor Acosta, lateral derecho escarlata, sacó un tiro al travesaño.
Previo al arranque del segundo tiempo, la molestia del Turco por el arbitraje se vio manifestada cuando el estratega canino encaró al juez central.
Arrancó la parte complementaria y los locales trataban de mantener el balón en la cancha rival en busca de otro tanto que firmara la victoria.
Xolos, por su parte, intentó con latigazos a Duvier Riascos y con su eficiente táctica fija que esta vez no resultó.
Cristian Pellerano estuvo cerca del empate, con un tiro al larguero que también intentó contrarrematar Riascos con una chilena sin éxito.
La afición escarlata se desesperaba, pero así son los equipos de Enrique Meza, prefieren tener la pelota limpia y encimar al rival de a poco a ser intensos y agobiantes.
El partido estaba en un hilo para los mexiquenses, el colombiano Riascos era un peligro latente. Fernando Arce casi hace un gol olímpico y, más tarde, un remate de Aguilar que sacó el portero Alfredo Talavera fueron los manifiestos del actual campeón del futbol mexicano que vendió cara la derrota.
Ni los contragolpes de Lucas Silva y Luis Tejada pudieron culminar con el balón en las redes y tranquilizar a una afición escarlata que no saboreó la victoria hasta el silbatazo final.
