Después de ganar el título con Santos, Daniel Guzmán ha sufrido para reencontrarse con el éxito. Pasó por Tigres y Puebla antes de aparecer en el Atlante, equipo con el sólo vivió momentos difíciles. Dejó a los Potros en el Clausura 2013 y durante más de un año no recibió propuestas para volver a dirigir. El Travieso pensó que nadie más lo buscaría, hasta que Xolos le dio la oportunidad de regresar al banquillo.
"Cuando no diriges pasan muchas cosas por tu cabeza, crees que ya no lo volverás a hacer, que no sirves o que a lo mejor ya pasaste de moda. La mente puede ser muy frágil o muy fuerte, sabes que sale algún técnico de un equipo por alguna circunstancia y ves que no te llaman, cuando en otras ocasiones te buscaban de inmediato. Te da tristeza, porque tú crees que has hecho bien el trabajo.
"Todo esto me ayudó mucho a reencontrarme conmigo mismo y darle valor a mi profesión, si antes vivía ocho horas ahora vivo 16 en todas las áreas de técnico. No quiero salir más de un equipo de futbol, es un compromiso que me hice conmigo mismo, quiero ser mejor técnico, persona y dar resultados en los equipos donde me contratan", expresó Guzmán.
Tras salir en forma polémica de Chivas al final del Apertura 2002, Daniel tuvo éxito en Veracruz. Después llevó a Tecos a la Final del Clausura 2005, salvó al Atlas del descenso en 2006 y tomó al Santos en una situación extrema, al borde del abismo. Logró la permanencia y al año siguiente ganó el título, el único con el que cuenta como entrenador.
Tras ese logro, la carrera del Travieso dejó de cosechar éxito. Sufrió en Tigres y Puebla, entre 2009 y 2012. Aceptó el reto de levantar al Atlante, luego de la salida de Ricardo La Volpe, pero no lo logró. Parecía que la chispa se había esfumado. Pero Xolos le dio una nueva oportunidad, un proyecto sólido y le permitirá buscar la revancha que se le ha negado en los últimos tres años, por lo que trabaja duro para poder conseguirlo con el equipo de Tijuana.