La afición Mexicana volvió a responder al llamado de su Selección Nacional y comenzó a poner el ambiente desde horas antes de que comenzará el encuentro. Por su parte, los peruanos no se quedaron atrás y se dejaron la voz a las afueras del hotel de concentración de su país.
No cabe duda que el aficionado mexicano siempre responde con su asistencia a los partidos. En esta nueva visita del Tricolor a Los Ángeles no iba a ser la excepción, ya que desde tres horas antes de que arrancara el encuentro, el estacionamiento del Rose Bowl ya estaba casi lleno, esto no se debía únicamente a los automóviles, ya que algunos mexicanos instalaron sus tiendas para hacer una carne asada.
La comida no era el único que destacaba en este sitio, ya que se podían apreciar varias banderas de México por todos sitios. Además de que el público le ponía sabor al ambiente bailando música de banda con el jersey de local bien puesto para inundar de verde el estacionamiento. Por otro sitio, se podía ver a gente moverse al ritmo de música típica mexicana que era entonada por un grupo que bestia de verde y dorado. Incluso el presidente de México no quiso perderse el partido, pues una persona con la máscara de Andrés Manuel estubo caminando por el estacionamiento con la Copa del Mundo.
Por su parte, los peruanos que realizaron el viaje a Estados Unidos no perdieron lo portunidad de ir a alentar a su selección y horas antes de que los dirigidos por Juan Reynoso se subieron al autobús rumbo al estadio. Los hinchas del conjunto blanquirrojo pusieron el ambiente a las afueras del hotel de concentración con banderas, globos, trompetas, tambores y cánticos para alentar a Perú. En algunas secciones de la afición, se podían observar a niños que llevaban desde playeras de jugadores hasta las de guardameta a la espera de que en algún momento pudieran ser autografiadas.