Antonio Briseño fue parte de la columna vertebral que le diera el Mundial Sub 17 a México en 2011 de la mano del Potro Gutiérrez. El estratega siguió al mando del Tri en las categorías inferiores, siendo el responsable del equipo que representaría a México en los Juegos Olímpicos de 2016, certamen en el que, pese a conocer a la perfección al Pollo, la decisión final fue dejarlo fuera.
A cuatro años de Río 2016, Briseño recuerda aún emotivo como vivió el no haber sido incluido en la lista final pese a una certera preparación, catalogándolo como el momento más complicado de su carrera, llegando incluso a las lágrimas nuevamente.
"Creo que un momento difícil fue haberme quedado fuera de los Juegos Olímpicos, el momento más crítico creo en mi carrera", comenzó el Pollo en entrevista con Chivas TV.
"En Tigres no había tenido tanta participación, me mandan a Juárez en Liga de Ascenso. En ese momento estaban por el puesto César Montes, Carlos Salcedo y Jordan Silva. En una concentración y di unos entrenamientos espectaculares; cuatro amistosos, contra Nigeria jugué un partidazo y dije 'yo puedo estar dentro de los Olímpicos'.
"Al final en la lista me quedo afuera. Yo estaba llegando a Juárez, en el cuarto solo y empecé a llorar. Fue difícil para mí eso", recordó entre lágrimas Briseño.
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Pese a todo, el Pollo dijo 'haber perdonado' ya al estratega por no haberlo considerado, aunque acepta haberlo confrontado respecto a su decisión.
“Luego me topé a Raúl Gutiérrez y le dije '¿Porqué me dejaste fuera?', yo fui campeón del mundo contigo, fue un sueño frustrado para mí el no poder jugar los Olímpicos", indicó Antonio Briseño. "Ya se lo dije, sí se la voy a perdonar, pero siempre se lo voy a recordar".