Ochoa quiere volver a ser titular del Tri en Rusia 2018
A las puertas de vivir su cuarta Copa del Mundo, el portero Guillermo Ochoa compartió a RÉCORD lo difícil que fue vivir sus primeros dos desde la banca.
"El estar en el Mundial de Alemania (2006) a mi corta edad y estar en ese escenario fue una probadita que me dejó tocado, me dejó con las ganas y pensaba 'yo quiero estar ahí, me visualizaba ahí, me soñaba ahí, decía 'quiero estar parado de aquel lado escuchando el himno y no del lado de la banca', después se viene el Mundial de Sudáfrica (2010) que me toca vivirlo de lado de la banca otra vez y pensé 'esto no se va a quedar así, voy a luchar y voy a trabajar lo que haga falta para poder jugar' y afortunadamente se da en Brasil, ahora se me da otro Mundial que me toca a una edad en la que puedo pensar también en otro más.
Así que vamos a ir paso a paso, porque cuando juegas un Mundial quieres jugar la mayor cantidad de mundiales que pueda, no me quiero perder ninguno", recordó con gran emoción.
Memo aceptó que desde la infancia su mayor objetivo siempre fue estar en el torneo de futbol más importante del mundo.
"Cuando eres niño, sueñas, siempre te ilusionas y juegas a ser el portero del Mundial, a la clásica acción como portero de último minuto, tu equipo va ganando 1-0, te marcan penal en contra y si lo paras ganas la Copa del Mundo, lo visualicé muchas veces, desde niño", comentó el guardameta.
El Mundial de Brasil 2014 le dio la oportunidad de vivir desde el terreno de juego aquel sueño, hoy cuando Ochoa habla de ese momento su mirada lo dice todo y reconoce lo que significa para él esta justa mundialista.
"Es un sentimiento indescriptible, porque es alegría, es satisfacción, es orgullo de tu familia y de tus seres queridos que lloran y disfrutan de la emoción, hay nervios y hay presión, hay alegrías cuando hay un gol porque es como un desahogo, es algo que es difícil en el momento que estás jugando futbol darte cuenta, estás en el partido, a lo mejor te toca hacer una atajada y no te da tiempo de pensar, es una constante concentración que estando en el mundial no lo valoras", concluyó Paco Memo.
