México vive un proceso permanente de planeación y cambios para figurar de forma excepcional ante el mundo como una de las sedes que albergará el Mundial del 2026 y el Estadio Azteca no es la excepción con el proyecto de la mega obra comercial.
Desde hace ya cinco años, los directivos del Coloso de Santa Úrsula y el mismo dueño, Emilio Azcárraga, no han podido contar con los permisos correspondientes por parte de la Alcaldía de Coyoacán para iniciar el proyecto de construcción del lado de Avenida del Imán e Insurgentes.
Sin embargo, los permisos necesarios ya se reactivaron y están en trámite, luego de haber estado detenidos por la pandemia de Covid-19 que ha azotado al mundo durante el último año.
Hubo un momento en el que todo se convirtió en un caso ‘político’ entre la falta de acuerdos con los alcaldes (antes delegados) que les ha tocado estar en la demarcación. También se buscó comprar algunos terrenos sobre Calzada de Tlalpan, pero los vecinos de la zona pusieron trabas desde hace varios meses.
Ya en alguna ocasión, Azcárraga había expresado que no podían esperar dichos permisos para trabajar en las innovaciones de los alrededores, pero sí tenían que avanzar en obras internas y por ello ya se han hecho diversas mejoras en palcos, zona de prensa, elevadores, pantallas, iluminación, césped, aunque se espera que haya una mejor visión en la parte superior, ya que las estructuras que se colocaron en 2016 son un obstáculo de apreciación hacia el terreno de juego.
El remozamiento del techo no ha faltado, así como rampas mejoradas para discapacitados en distintas zonas y cintillos luminosos para aprovechar de mejor manera la exposición de los anuncios publicitarios.
