El 19 de septiembre de 1985 quedó marcada como una de las peores fechas en la historia de México, pues aquel día, a las 07:17 de la mañana un terremoto de 8.1 grados escala de Ritcher comenzó a sacudir al entonces Distrito Federal a lo largo de dos minutos.
A partir de entonces nada volvió a ser igual. La capital mexicana estaba en ruinas y la cantidad de muertos y desaparecidos fue incalculable. Incluso, días después de la tragedia, el entonces presidente de México, Miguel de la Madrid reconoció, en una entrevista para la cadena NBC, que el país ya estaba en una crisis económica y el sismo la agravó.
Un mes después, en octubre, y cuando estaba cada vez más cerca el sorteo, aumentaron los cuestionamientos de si México debía o no ser sede de la treceava Copa del Mundo de la FIFA.
Esa sede había sido otorgada a Colombia, pero en 1982 el presidente Belisario Betancour renunció a la Copa del Mundo argumentando que el dinero que se invirtiera, prefería usarlo en otra cosa, pues la sociedad colombiana atravesaba por problemas de guerrilla y narcotráfico.
FIFA decidió otorgarle la sede a México a pesar de que el país estaba pasando por una severa crisis económica; sin embargo, los organizadores argumentaron que en tierras mexicanas sería ‘menos complicado’ porque no había que construir estadios, por lo que nuestro país se convirtió en el primero en organizar dos Mundiales (con el de 1970).
A pesar de tener el tiempo en contra para organizar el Mundial, México lo logró con todo y que gran parte de la población no estaba a favor del evento. Incluso el 31 de mayo de ese año, el día de la inauguración del certamen en el Estadio Azteca, el mandatario Miguel de la Madrid fue abucheado por los más de 100 mil asistentes al evento.
A pesar de ello, el Mundial organizado en México dejó buen sabor de boca en algunos, por todo lo que ocurrió, hasta fue nombrado como el ‘Campeonato de las Comunicaciones’, pues por primera vez se utilizaron herramientas vía satélite y se contaba hasta con 10 cámaras de televisión por partido, situación que dejó sorprendido al mundo entero.