JONATAN PEÑA
La medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 representa el momento sublime en la carrera de Oribe Peralta, quien con dos goles en la Final ante Brasil se convirtió en el héroe del Tri y de todo el país.
Hoy, ante el América, el delantero de Santos festeja una década de su debut en Primera División y la remembranza es inevitable.
El 22 de febrero de 2003, a sus 19 años, el Cepillo dio sus primeros pasos en el Máximo Circuito
con Monarcas en el Estadio Morelos, gracias a la oportunidad que le dio el técnico Rubén Omar Romano al entrar de cambio, curiosamente, frente a las Águilas.
Su camino para llegar al éxito no fue fácil, teniendo que sortear sacrificios, lesiones y probar suerte en varias escuadras. "Me lo proponen en Cesifut (Centro de Sinergia Futbolística)
y yo lo traigo a Morelia, lo veo y compruebo sus condiciones, y a partir de esto sabía que era un
jugador diferente, con temperamento y muchísimo valor.
Así que confié en que tenía las condiciones y por eso lo debuté”, compartió Romano, quien despues volvió a tener al artillero en Santos, llegando a dos Finales, en la máxima categoría, Peralta logró superar la cantidad de cinco goles en un torneo hasta el Clausura 2009 al realizar
seis, con Jaguares; sin embargo, con el León en la Primera A, fue pieza importante en 2004 para conquistar el título del Clausura con ocho dianas, pero en la Final por el ascenso no lograron
el objetivo.
"Le costó un poco mantenerse y tomar esa regularidad, hasta que la tuvo en Jaguares, estaba prestado, y después vino nuevamente para Torreón; a partir de ahí creo que fue donde despegó, la mentalidad y un gran profesionalismo lo hizo crecer y crecer y hoy está en el lugar que merece”, agregó Rubén Omar.
Oribe también integró las filas del Monterrey y en 2006 llegó a Santos, equipo de sus amores,
aunque en una primera etapa dentro del club no pudo convertirse en un delantero letal, la revancha en La Comarca llegaría a partir del Bicentenario 2010 tras un breve paso (dos torneos) por Chiapas, y paulatinamente sus goles, paciencia y entrega tuvieron su recompensa en el Clausura 2012, cuando fue parte fundamental del cuarto campeonato en la historia del club al tener una campaña de ensueño con 15 anotaciones.
"Hay muchas historias alrededor de Oribe: lesiones en momentos determinantes, cuestiones que de alguna manera no le permitieron desarrollarse a plenitud durante mucho tiempo; así que supo tener la paciencia, la fe y el coraje de mantenerse trabajando”, declaró Alejandro Irarragorri, presidente de Santos.
"La muestra de esto es la última lesión que tuvo, en un partido difícil contra Jamaica en la Eliminatoria, luchando por los colores de México hasta el último balón, en una jugada futbolera
arriesgó el físico y es un privilegio verlo entrenar con su máscara aún con su fractura en la nariz y fisura en la mandíbula con su habitual entrega.
"Es un ejemplo para todos, esperemos que contra América pueda jugar y disfrutar”, señaló el mandamás lagunero, quien no descartó un reconocimiento hacia el Cepillo antes del duelo frente a las Águilas por esta década de aniversario como profesional.
