MIGUEL GARCÍA
Querétaro se encuentra a la espera que la Federación Mexicana de Futbol le notifique oficialmente que Marco Jiménez es uno de los que arrojó positivo por doping en la jornada 1, pero ya trabaja para evitar que se presente este problema de nuevo.
En Gallos Blancos no quieren saber nada del clembuterol, por ello, a partir de ahora sólo se ofrecerá pollo y pescado como alimentos durante las concentraciones previas a los juegos.
El control de la comida aumentará y sólo adquirirán aquellos productos que cuenten con certificación sanitaria.
Además, la directiva pretende realizar sus propias pruebas de doping, contratando a un laboratorio. Éstas serían sorpresivas, periódicas y aleatorias, buscando que el plantel entienda el mensaje y tenga cuidado cuando se encuentre fuera de concentración.
Representantes de la directiva y cuerpo técnico llevarán a cabo talleres para orientar a los jugadores sobre la disciplina alimenticia en casa o restaurantes. Se les recalcará que no deben visitar puestos de comida callejera.
En Querétaro no dudan de la honestidad de Jiménez, por ello no habrá represalias en su contra y recibirá el apoyo absoluto de los dirigentes, pero acatarán la sanción deportiva correspondiente.
El lunes, la Federación Mexicana de Futbol anunció que, luego de la Jornada 1, dos jugadores arrojaron resultados positivos tras los exámenes antidoping.
Eugenio Rivas, presidente de la Comisión Disciplinaria, dijo el martes que los dos elementos que arrojaron positivo por clembuterol quedarán inhabilitados a partir de la jornada 5, pero no dio a conocer los nombres de los implicados.
Hasta ahora sólo Jiménez es señalado como uno de los que presentó este problema. La directiva de los Gallos Blancos asegura que nadie les ha informado el resultado de la prueba de su capitán, al que envió el martes a la Ciudad de México, en busca de que se aclare el tema.