Gallos y Tigres reparten puntos en La Corregidora

Salcido intenta robarle el balón a un rival | MEXSPORT
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| 28 Sep, 2013

ÁLVARO CRUZ

Un empate con sabor a derrota para Tigres y Gallos. Un árbitro abucheado por decisiones polémicas que influyeron en un par de anotaciones para ambos lados, pero que, al final, dieron sabor a un juego que mejoró de forma gradual y terminó con un verdadero espectáculo en la grada de La Corregidora.

Tal como el oro, el encuentro en su parte inicial pasó por un proceso de fundición que duró cerca de veinte minutos, con una disputa intensa del balón, aunque con poca claridad en los embates; pero de a poco fue luciendo su mejor forma, moldeada a la exigencia del público.

Era necesaria la presencia de un artista para comenzar a convertir el metal en una pieza brillante, y fue Diego de la Torre quien hipnotizó a todos con un remate exquisito de pierna derecha y parte externa, que deslumbró los cuatro palos del arco, contando al portero Enrique Palos, para hacer del fastidio un verdadero éxtasis.

Con el ánimo a tope, los queretanos tuvieron mayor dominio del esférico y posición territorial, ante unos Tigres despojados de sus garras, que sucumbían ante el poderío de los espolones afilados de un gallo bravo y hambriento, que no les permitió acercarse a su puerta, aunque ellos tampoco creaban más peligro en la primera mitad.

El duelo parecía inclinarse en favor de los norteños en el complemento, cuando Amaury Escoto recibió la tarjeta roja, pero George Corral sacudió los embates rivales con una descolgada magistral por derecha, siempre acompañado por Wilberto Cosme, quien recibió el pase y mandó el balón al fondo.

Poco duró el canto del gallo, pues Lucas Lobos soltó un feroz aullido y, aprovechando la asistencia de Damián Álvarez, mandó el balón al fondo de la portería de Edgar Hernández, dejando claro que el Tigre estaba vivo.

La noche en Querétaro se convirtió en exhibición de seleccionados mexicanos, cuando Carlos Salcido recibió un pase retrasado fuera del área y dio un zarpazo con maestría al esférico, colocándolo pegado al poste para marcar el empate parcial.

Sobre el final, los ataques felinos eran constantes y arrasadores, aunque la defensa tuvo en Edgar Hernández al salvador de la noche, que con un vuelo espectacular desvió un tiro de Lobos que se diluyó junto con la esperanza de un triunfo Tigre.