GIBRÁN ARAIGE
El conjunto dirigido por Mario Carrillo arribó a La Perla Tapatía con la firme intención de borrar una maldición que tiene en Guadalajara desde hace más de 30 años.
Pumas ya pisó suelo tapatío y lo hizo de una manera desabrida, ya que los universitarios llegaron sin hacer ruido y sin dar declaraciones, además de que no tuvieron el cálido recibimiento de sus aficionados, como normalmente sucede cuando América o Cruz Azul visitan la ciudad.
Los felinos llegaron encabezados por el timonel Mario Carrillo, quien fue arribado por los medios de comunicación para solicitarle una entrevista, sin embargo, el técnico se negó y se siguió de largo.
Por su parte, algunos jugadores se detuvieron para tomarse algunas fotos y dar autógrafos a las persona que se encontraban en el Aeropuerto Internacional de Guadalajara, pero ninguna portaba algún artículo del club universitario.
Rápidamente el plantel y el cuerpo técnico abordó el camión que lo llevó al hotel de concentración.
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