OMAR HERNÁNDEZ/IVÁN CAÑADA
Sergio Jaubert, uno de los precursores del retrato hablado y fisonomista investigador de la conducta, analizó el semblante de Mario Carrillo, técnico de los Pumas de la UNAM y distinguió su particular personalidad.
En el estratega de los auriazules hay una combinación de ego, cábala y disciplina: "Tiene tendencias a ser creyente, ve con apasionamiento sus creencias religiosas. Es supersticioso, cree en los amuletos, tiene creencias religiosas. Lo regañaban mucho en casa, fue tratado con energía en su ambiente familiar. Es presumido de sus habilidades, y a la vez desconfiado de los demás, pero certero”, distinguió Jaubert en Carrillo.
A pesar de su gran bagaje cultural, Jaubert no es muy adepto a los deportes, por lo tanto, desconoce a la persona que estudia y sólo le bastaron unos minutos para conocer detalles de las actitudes de Capello, y las raíces de éstas: "Es como desnudarlos. Generalmente vemos lo que aparentan; pero para mí, el rostro es un paisaje donde puedo ver más”.
Carrillo es más pasivo, analítico, calculador y paciente. Al menos así lo analizan Víctor Gordoa Fernández, consultor en Imagen Pública, y Martha Heredia, psicóloga deportiva.
"Mario refleja autoridad, tiene la escuela teatral. Le gusta mucho la comunicación no verbal, hace muchos gestos, ademanes; es un técnico con una buena imagen, independientemente de que hoy por hoy no se identifique con la afición de Pumas. En cuanto a su imagen física, también es buena, porque le gusta estar bien vestido, con códigos de autoridad dentro de la cancha”, comentó Gordoa.
"Es analista por excelencia, una persona calculadora, que piensa, analiza, es paciente. Es más maduro. Ante los obstáculos no se achica, enfrenta los retos como éste, de llegar a Pumas; trabaja y está al día. Siempre trata de buscar cada día ser mejor, aprender y consolidarse. Siempre quiere la superación”, explicó Martha.
Síguenos también en Twitter: @Record_Mexico y en Facebook: /RÉCORD