IVÁN CAÑADA
Un Cruz Azul con estrella se presentó ante su gente para cumplir sus deberes. La Máquina tardó 45 minutos en calentar motores para encaminarse hacia el triunfo ante el Monterrey y al final terminó por encontrarlo pese a algún susto incluido, en la fecha en la que César Delgado se reencontró con su afición y no pasó la mejor tarde. Partidazo en el Azul con siete goles para recordar.
Llegó la mejor presentación de los de Meza en el Clausura 2012 y requirió de una segunda etapa emotiva y casi perfecta, en la que dejaron de ser cautos para pasar a su faceta más atrevida, reflejada en un Maranhao impetuoso y un Chaco Giménez doblemente certero.
También acudieron a la cita Emanuel Villa y Omar Bravo, el hombre más cuestionado en esta campaña por su cuota goleadora, que recién dejó el cero atrás para ayudar a la Máquina a un triunfo que los mantiene en la pelea y con media Liga por disputarse.
El Cruz Azul se olvidó de una primera etapa inoperante para llegar a los últimos 45 minutos con el deseo en el corazón de llevarse la victoria ante los Rayados. La Máquina intentó anular en un principio al cuadro regio, únicamente atrevido en una jugada de Chelito que desbordó por la banda izquierda y centró para que De Nigris abriera el marcador al minuto 20.
La respuesta celeste llegó de inmediato, gracias a Maranhao. El brasileño cumplió con su mejor presentación, eludió rivales y terminó por ser derribado en el área por Osorio. Instantes después, Giménez cambió la falta por gol y los cartones estaban parejos.
Ambos equipos se olvidaron de atacar con deseos de victoria. El Cruz Azul no podía y Monterrey parecía no querer. Pequeña diferencia que Meza cambió para el complemento, adelantó líneas y su equipo respondió de inmediato.
Nuevamente Maranhao fue el gran impulsor y desde su banda izquierda desquició a un Darvin Chávez fatigado ante el ritmo del brasileño. Al 54';, tras un tiro de esquina, Pereira ganó en el salto y tocó el balón con lo justo para que Chaco apareciera y venciera a Orozco una vez más.
El triunfo estaba ya marcado. La afición, ya despierta y motivada ante una estrella celeste en la tribuna, gozó aún más tras otro tiro de esquina ejecutado por Maranhao y convertido por Bravo para continuar con los festejos.
Vucetich no lo dudó más ante la superioridad azul y mandó a Reyna y Suazo al campo. El Azul murmuró algunos instantes, más cuando el artillero chileno encontró las redes tras un disparo desviado en la defensa pero igual de efectivo para vencer a Corona.
La contienda lucía cerrada en el tanteador, pero fue en ese instante cuando apareció Aquino para mandar un centro, rematado por Bravo con dirección al poste y que Villa empujó al arco para el cuarto gol celeste, el de la confirmación de la victoria, pese a que en los segundos finales los Rayados se encontraron con un tanto más, producto de Basanta, para acortar distancias sin mucho más que disputar. Fiesta en el Azul con uno de los mejores partidos de la temporada, que la afición agradece por el espectáculo y los celestes con la victoria.
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