La regla 10/8 que entra en vigor para este torneo en Liga MX tiene un motivo que no es evidente para el aficionado: reducir los altos salarios de los futbolistas más veteranos.
A partir de este Apertura 2016, los equipos deberán convocar a cada juego a un máximo de 10 extranjeros (o futbolistas no registrados a tiempo como mexicanos) y un mínimo de ocho nacionales, medida que los clubes y la Liga MX implementaron a fin de, entre otras intenciones, modificar el sistema de pagos en nuestro futbol.
Lo que se espera es que la regla provoque que los salarios de los futbolistas, especialmente de los más veteranos, estén basados en las capacidades y en el rendimiento, y no en la experiencia o prestigio, es decir, que un jugador acostumbrado a cobrar grandes sumas, al bajar su productividad con el paso de los años, esté obligado a reducir también sus pretensiones económicas, ante la mayor oferta de talento juvenil que existirá entonces en cada club.
La teoría es que ante una mayor cantidad y calidad de opciones para integrar las plantillas, los futbolistas consolidados y sus agentes, acuerden naturalmente bajar esos sueldos exorbitantes.
Diferentes fuentes enteradas de los motivos de esta nueva regla, confirmaron a RÉCORD que en distintas reuniones se ha hablado entre dueños y directivos de esta intención, y aunque no todos están convencidos, la mayoría aprueba este propósito.
Incluso, en un futuro a largo plazo podría aparecer una especie de ‘tope salarial’ en la Liga, sin que sea una regla concreta que ahuyente la posible llegada de figuras extranjeras de alta categoría que cobren arriba de ese límite salarial.
La Liga busca un sistema económico donde los clubes no tengan que asumir deudas por falta de solvencia frente al alto costo de los salarios en su plantel; vale recordar lo ocurrido recientemente en clubes como Chiapas, donde sufrieron para pagar cuentas y generaron grandes adeudos.