Jugador de Avispones narra ataque que sufrieron

Avispones previo a un partido de Tercera División
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ESPECIAL
REDACCIÓN RÉCORD
| 30 Sep, 2014

Othokari González, futbolista del equipo de Avispones de Chilpancingo, narró el ataque que sufrió su equipo en la ciudad de Iguala, donde su autobús fue baleado por un comando armado que provocó la muerte del chofer y un jugador del club de la Tercera División mexicana.

"El partido terminó 10:30, pero esperamos a que quedara lista la cédula para firmarla. En el tiempo que estuvimos esperando, nos informaron que hubo una balacera y nosotros teníamos contemplado ir a comer al centro (de Iguala), pero como nos dijeron eso, mejor nos regresamos a Chilpancingo. Ya en el camino, tardamos como 20 minutos en salir porque había como retenes, como que no dejaban pasar, pero el chofer se siguió", explicó el delantero.

González recordó que sus agresores realizaron aproximadamente 200 disparos a su vehículo después de la primera ráfaga, la que provocó que el autobús cayera en una barranca y la muerte del chofer; sin embargo fue un integrante del cuerpo técnico el que evitó que la tragedia fuera mayor.

"Nos empezaron a disparar por el lado derecho, izquierdo y enfrente. El chofer recibió un impacto en la nuca y fue cuando el autobús cayó tres metros en una como barranquita y entonces dejaron de disparar.

"Un profe de nosotros les explicó que éramos futbolistas de Avispones, que veníamos de jugar, pero ellos dijeron que les valía. Uno de los hombres comentó 'vámonos' y, en eso, se arrancó la camioneta, pero volvieron a disparar como 200 balazos más", relató en una entrevista con El Universal.

Othokari comentó que lo primero que hizo tras el ataque fue romper un vidrio y buscar un escondite, mientras algunos de sus compañeros pedían ayuda a los autos que se encontraban en la zona.

"Luego de se que se fueron nos quedamos un minuto gritando todos. Lo primero que hice fue romper un vidrio, saltar e irme a esconder a 200 metros; ahí escuché a los compañeros que pedían a los autos que pasaban que les ayudaran" recordó el jugador de 17 años.

La ayuda no llegó por parte de las autoridades, pues ni militares ni policías federales hicieron algo para apoyarlos, lo que provocó que su compañero David Josué Evangelista falleciera en el autobús.

"(Las autoridades) tardaron una hora y media más o menos en llegar. Los militares, me comentan los compañeros, no querían hacer nada porque necesitaban una orden. Los federales no se quisieron llevar al compañero que estaba herido y falleció en el mismo autobús", dijo.