Una vez más el Estadio Jalisco vivió una noche gris empañada por la violencia ya que los barristas del Atlas fueron los protagonistas de un penoso altercado que pudo terminar en tragedia cuando se enfrentaron con la policía en las inmediaciones del inmueble de la Calzada Independencia.
Lamentablemente, el Estadio Jalisco volvió a ser escenario de un acto de violencia en menos de un año.
Apenas el 22 de marzo pasado pasó algo similar a lo que se vivió tras el partido el Atlas-Monterrey. Ese día, durante el duelo en que Zorros y Chivas empataron a un gol en el Clásico Tapatío, en una de las cabeceras del inmueble, los aficionados del Rebaño golpearon a elementos de la Policía Municipal.
El saldo fue de ocho elementos de seguridad lesionados, dos de gravedad. Todo comenzó cuando miembros de la porra rojiblanca encendieron y lanzaron bengalas; la Policía intentó controlar la situación, pero los aficionados terminaron por superarlos en número y respondieron con golpes.
Tras la bronca en las gradas, dos policías fueron llevados de urgencia al Centro Médico, además, se reportó a ocho detenidos por el enfrentamiento. El hecho generó que el Ayuntamiento de Guadalajara decidiera clausurar el Estadio Jalisco.
Días después, luego de que la Policía de Zapopan realizó la investigación correspondiente lograron la detención de varios jóvenes que fueron parte de la gresca en el inmueble, quienes fueron acusados de homicidio en grado de tentativa, lesiones calificadas, pandillerismo y daños, entre otros delitos considerados graves que no alcanzaban fianza, por los que enfrentarían penas de hasta 20 años de prisión.