Joffre Guerrón fue uno de los varios jugadores que se quedaron con las ganas de jugar en la Final y tuvieron que sufrir apoyando desde el banquillo.
"Qué sufrimiento, hermano. Me iba a dar un infarto", dijo el ecuatoriano.
Por otra parte, señaló que tenía muchas ganas de ayudar a sus compañeros dentro del campo, situación que no se le dio.
"Yo cuanto no deseaba estar ahí", afirmó el atacante.