La década de los 70 es la era dorada de Cruz Azul. Grandes héroes forjaron con autoridad la historia de este club. Cualquier aficionado de La Máquina, sin importar que sea un veterano amante del fultbol o un joven que inicia en el mundo del balón, lo sabe.
Y no es para menos, en esta época no había quién pudiera hacerle frente a un equipo que desde su ascenso dio señales de que no iba a ser sólo animador sino uno de los más queridos a lo largo y ancho del país. No por nada consiguieron seis de sus ocho títulos entre 1970 y 1980, periodo que dejó muchos momentos de grandeza a los celestes.
EL PECULIAR TÍTULO DE CONCACAF 1970
Este es uno de los títulos más peculiares que tiene Cruz Azul. La Copa de Campeones de Concacaf se jugaba por zona para luego calificar a una ronda final. El cuadro mexicano jugó a Ida y Vuelta contra New York Greek-American, se impuso por un contundente 6-0 y avanzó a la parte final del torneo, de la cual el Saprissa y el SV Transvaal, de Surinam, se retiraron, lo que dio de manera inmediata el campeonato a La Máquina.
MÉXICO 70, EL DESQUITE CONTRA CHIVAS
Si en los 60 Chivas fue el equipo mandón y el que escribió su nombre con letras de oro, en esta era, el joven Cruz Azul llegó a faltarle al respeto a quien se le pusiera enfrente, incluso al Guadalajara.
Pese a haber quedado como Subcampeón en la campaña 1969-1970, sólo por detrás del Rebaño, La Máquina se repuso rápido al tropiezo y en el torneo ’México 70’, encontró su segunda corona y una historia de auténtico romance con el entrenador Raúl Cárdenas, quien consiguió su segunda corona de Liga como cementero.
Tras haber clasificado al ‘Grupo por el Campeonato’ como tercero del sector dos, La Máquina se mostró intratable y tras 14 encuentros, se mostró como la mejor ofensiva, junto con Toluca, con un total de 26 dianas conseguidas. Sus 21 puntos logrados tras 10 victorias, un empate y tres descalabros, los cementeros levantaron el trofeo y dejó a Chivas con las ganas, que sumó 19 unidades.
SUPERMAN MARÍN, EL INMORTAL DEL ARCO CELESTE
En la historia de Cruz Azul no hay portero más emblemático. Miguel Marín llegó para dejar una huella imborrable. Es sin duda uno de los más inmensos ídolos de los cruzazulinos, quienes lo vieron jugar, afirman que volaba igual que Superman con tal de evitar la caída de su arco; simplemente el más grande… hasta para los autogoles.
El 21 de diciembre de 1971, La Máquina se hizo de los servicios del argentino, quizá sin saber que estaba contratado a un ‘inmortal’.
El ‘Gato’ logró conquistar cinco campeonatos de Liga y disputó 309 encuentros enfundado con la casaca cementera. Además, su promedio de gol recibido es sumamente bajo, menos de uno por juego (.96).
Uno de los momentos que más recuerda la afición, no sólo de Cruz Azul, sino del futbol mexicano es el insólito autogol que se marcó en un juego contra Atlante.
SE MUDA AL PARAÍSO LLAMADO ESTADIO AZTECA
Los crecientes logros del equipo se reflejaron en el número de simpatizantes que ganaba a pasos agigantados, por lo que en 1971, sale del Estadio 10 de Diciembre y se muda al inmenso Estadio Azteca, coloso que le preparaba memorables e infinitas tardes de futbol en los siguientes años.
En su nueva casa, La Máquina vivió una era de ensueño: consiguió cinco de sus títulos de Liga, todos en la época dorada.
OTRA VEZ, EL MEJOR DE CONCACAF
Para la temporada de 1971, Concacaf cambió el formato de la Copa de Campeones y no sólo eso, amplió el número de contendientes y, de entre 15, los de Raúl Cárdenas resultaron triunfadores.
Tras disputar un clasificatorio contra el Elizabeth, de Estados Unidos, Cruz Azul llegó a la ronda final, que fue un grupo de seis equipos y en la que terminó empatado con el Alajuelense. La competencia fue tan pareja, que no sólo tenían la misma cantidad de puntos, también su diferencia de goles era idéntica, lo que obligó a un juego de desempate, en el que el cuadro mexicano no tuvo mayor sobresalto y goleó por 5-2, consiguiendo así su tercera corona de la zona.
NACE EL CLÁSICO JOVEN CON GOLEADA CELESTES EN FINAL
La temporada 1971-72 es por demás especial en la historia de este equipo. Un torneo magnífico de los cementeros los colocó como líderes generales del certamen, con lo que clasificaron a la Liguilla por el título.
En las Semifinales se atravesó el Guadalajara, que poco pudo hacer para detener a un conjunto que estaba destinado a levantar el trofeo y lo goleó por 3-0 en el marcador global.
En la Final, América pretendió poner resistencia, pero no duró más de diez minutos, cuando Pulido cruzó disparo dentro del área y señaló el camino rumbo a una goleada épica. El marcador creció al 28’ y al descanso ya dictaba un aplastante 3-0.
Pero no fue todo, apenas arrancado el complemento, La Máquina volvió a acelerar para marcar el 4-0 y fue con un concierto de la delantera, que incluyó asistencia de ‘taquito’. Las Águilas lograron el descuento con tanto de Enrique Borja, pero fue demasiado tarde y no pudieron evitar ser arrollados por una Máquina que apenas tomaba vuelo. Así nació el Clásico Joven, con un Cruz Azul imponente.
Esa tarde del 9 de julio de 1972, fue la primera vez que los originarios de Hidalgo humillaron a los Cremas y además, significó el inicio del Tricampeonato que se conseguiría a la postre.
LEÓN DA ZARPAZO EN CAMPEÓN DE CAMPEONES
Luego de obtener la Liga de manera contundente, los celestes se enfrentaron al León en el Campeón de Campeones. Dado el plantel con el que contaba y la química entre sus jugadores, Cruz Azul era marcado como favorito, pero ‘los partidos tienen que jugarse’.
Fueron 120 minutos de acción en la cancha del Estadio Azteca, pero la paridad no se rompió, lo que siguió fueron los penaltis y la decepción azul en todo el graderío.
Hombres importantes fallaron: Pulido, Vera y Quintano no pudieron mandar el balón a su cita con la red y los cementeros perdieron el título, dejando caras largas en el vestidor y el consuelo de que “los penaltis son un volado”.
DOLOROSA CAÍDA INTERNACIONAL CONTRA NACIONAL
Era el 15 de julio de 1972 cuando el flamante Campeón de México le hizo frente al uruguayo, Nacional, en la Copa Interamericana, con el sueño de abrir una vez más la vitrina.
El imponente Estadio Azteca albergó el juego de Ida, en el que los locales batallaron para sacar un empate por 1-1, que les permitió imaginar en hacer la ‘hombrada’ en patio ajeno; sin embargo, jugar en el Centenario nunca ha sido cosa fácil, Cruz Azul mostró carácter, pero no fue suficiente y el 7 de noviembre de ese mismo año, se quedó con el Subcampeonato.
BICAMPEÓN POR PRIMERA VEZ Y DULCE VENGANZA CONTRA LEÓN
Lograr el sueño llamado Bicampeonato no fue tarea fácil para La Máquina, pues el León supuso un sinodal por demás complicado, lleno de buen futbol y garra.
La Final de Ida se disputó en el Estadio León y tras 90 minutos, el marcador dictaba un 1-1 que parecía suficiente para que los celestes finiquitaran la obra en casa, pero no fue así.
El cotejo que se realizó en el Estadio Azteca, fue parejo, ríspido y con destellos en ambas áreas; no obstante, el gol no llegó y se tuvo que disputar un encuentro de desempate que fue de más alto voltaje.
Puebla fue la ciudad que vio a Cruz Azul confirmar su estado de gracia. Luego de 90 minutos de acción, la maquinaria azul igualaba por 1-1 y parecía que habría definición desde los once pasos, pero entonces, la suerte le sonrió a los capitalinos y guió la mano de Jorge Davino, para desviar un disparo de Jorge ‘Hijitus’ Gómez y mandar el balón al fondo de su propio arco; fue el gol del nuevo título cementero, el que lo convirtió en Bicampeón del futbol mexicano.
AMÉRICA TIENE SU REVANCHA EN COPA
Apenas dos años después de que los celestes humillaran al América en la Final de la Liga, se presentó la oportunidad del desquite para los Cremas, y la aprovecharon.
La Máquina llegaba a la Final de la Copa de 1973-1974 como una escuadra espectacular por resultados y juego, un rival por demás complicado ante cualquier plantel, pero los de Coapa necesitaban sacarse la estaca que le habían clavado.
En la Ida azules y amarillos jugaron al ‘tú por tú’ y sentenciaron un empate por 1-1, pero en la Vuelta, América terminó con los brazos en lo más alto, gracias a los goles conseguidos por Roberto Hodge y Oswaldo Castro.
YA NO LE DIGAS CRUZ AZUL, LLÁMALO TRICAMPEÓN
Llegó el momento de sentarse en la mesa de los grandes, de marcar pauta, de convertirse en un equipo de época. El 19 de mayo de 1974, aquel equipo que nació en Hidalgo era el mandón del futbol mexicano y el Atlético Español iba a comprobarlo.
Pese a haber caído por 2-1 en la Final de Ida, Cruz Azul fue mucha pieza para el Atlético en la Vuelta. Con un cuadro de lujo (Miguel Marín, Ignacio Flores, Javier Kalimán Guzmán, Quintano, Javier Sánchez, Pulido, Joel Andrade, Alberto Gómez, Fernando Bustos, Horacio López y Eladio Vera), La Máquina no tuvo piedad y despedazó a su rival. Con goles de, López, Bustos y Nacho Flores, concretó un 3-0 que le dio el Tricampeonato; la quinta corona en apenas diez años en Primera División.
CRUZ AZUL LE APLICA EL 'QUITA RISAS' AL AMÉRICA
La rivalidad entre Cremas y Celestes estaba más viva que nunca, ambos equipos se habían propinado goleadas, se habían arrebatado ya títulos y además, se dividían el amor de la afición que llenaba el Estadio Azteca.
El América había logrado sacarse la espina tras ser vapuleado en la Final de Liga en la Temporada 1971-1972, al derrotarlo en la Copa del 74, pero no sabía que le tocaría sucumbir una vez más ante 'los amigos del gol', como se le llamaba en ese tiempo a los cementeros.
El Campeón de Campeones de ese año, fue una nueva edición del naciente Clásico Joven. Las expectativas eran altas, era un duelo de lujo que para cerrar la temporada.
Aunque no todos lo veían de esa forma, el histórico entrenador Raúl Cárdenas lo veía como un juego en el que sólo estaba en disputa un título, sin dar importancia al América.
"Cruz Azul ve el siguiente partido como un choque en el que se disputará un título; no nos interesa el rival. En esta ocasión será el América, pero lo mismo da si tuviéramos que enfrentarnos a otros", publicó el diario Excélsior en ese entonces.
Llegó el momento de la verdad. El 26 de mayo, Celestes y Cremas se presentaron ante un Estadio Azteca efervescente, que estaba dividido por los colores de ambas instituciones. El juego no fue para nada sencillo, América se fue arriba en el marcador durante la primera mitad, pero en el complemento vio cómo el cuadro de Raúl Cárdenas le daba la vuelta al marcador, para llevarse la corona con un apretado 2-1.
Fue el segundo título que La Máquina le arrebató al americanismo y también fue con el que se despidió el entrenador más ganador de la institución.
ESPERA, PUMAS, AÚN NO ES TU MOMENTO
Tras la salida de Cárdenas, pasaron cinco años para que Cruz Azul volviera a disputar una Final de Liga. En la temporada de 1978-1979 ya había otro equipo que comenzaba a animar a la grada por su estilo de juego y filosofía, los Pumas.
Bajo el formato de competencia de cuatro grupos, de los cuales calificaban los dos primeros a la Liguilla para conformar otros dos grupos, de los cuales el ganador iba a la lucha por el título, Celestes y Universitarios se enfrentaron por la gloria del futbol mexicano.
La Máquina estaba determinada a alimentar más su historia y vitrinas, pero los felinos más que querer, necesitaban su segunda estrella. La Ida fue jugada con garra y la calidad sobró, pero no se pudo romper el empate por 0-0 y todo se tuvo que definir en la Vuelta.
La cancha de Pumas esperaba ver a Hugo Sánchez y al gran Cabinho levantar el campeonato, pero Cruz Azul, comandado por Nacho Trelles y aún con la figura de Miguel Marín, mostró que seguía siendo el rey de la década; con anotaciones de Carlos Jara Saguier y Horacio López Salgado se impuso por 2-0 y consagró su sexto campeonato.
BICAMPEONATO PARA CERRAR UNA ÉPOCA DE ORO
Después de dar interminables vueltas olímpicas, provocar miles de sonrisas a la creciente afición, tocar la fibras más sensibles de millones de seguidores que vieron al propio Superman cuidar de su portería y a un equipo celeste avanzar como locomotora a toda potencia hacia el olimpo del futbol mexicano, llegó el momento de cerrar la década de los 70's, y no podía ser de otra forma que llevándose la gloria de la temporada 1979-1980.
La Máquina de Trelles volvió a ser el mandón en su sector: con 55 puntos se clasificó a la Liguilla, siendo el América el único equipo que lo superaba en unidades, con 57.
En los grupos por el pase a la gran Final, los cementeros fueron derrotados por el Tampico y Atlante, pero les alcanzó para llegar a la ronda definitiva, en la que se encontró con Tigres, que no perdió ni un juego en la última fase del torneo.
La Ida se jugó en casa de los regiomontanos, la cual presentó un lleno 'hasta las lámparas' para presenciar un duelo parejo, en el que los felinos mostraron buenas acciones de peligro, pero que fueron detenidas por Miguel Marín. El único tanto del encuentro fue una genialidad de Rodolfo Montoya, que sorprendió en tiro libre y mandó su disparo pegado al palo, imposible de atajar.
En la Vuelta, Tigres mostró el alto nivel que lo llevó a la pelea por el campeonato, aunque arrancó 'dormido' y lo pagó recibiendo en el primer tiempo dos anotaciones.
Sin embargo, el complemento fue absolutamente felino. Comandado por Gerónimo Barbadillo, el cuadro del norte recortó la distancia al meterse al área como cuchillo en mantequilla y definir ante la salida de Miguel Marín.
Luego, Montoya sorprendió con un golazo de tiro libre para ampliar la ventaja celeste a 3-1, que no fue suficiente para apagar la furia de los Tigres que alcanzaron el 3-2 con gol del 'Alacrán Jiménez' y el 3-3 al 40', gracias a Azuara. Las gradas del Estadio Azteca se cimbraron ante la impresionante reacción de los visitantes que amenazaban con una remontada de locura, pero ya no les alcanzó el tiempo.
Así, Cruz Azul obtuvo su séptima corona, cerrando con broche de oro la maravillosa década de los 70's, en la que vivió gran parte de sus glorias y en la que los hombres de casaca celeste se convirtieron en dioses.