Omar Bravo, delantero de las Chivas, admitió que la derrota contra León en el estadio Omnilife les pegó en el orgullo, por lo que seguirán peleando para por fin olvidarse del tema del descenso.
"Es doloroso perder en casa. Estamos fuertes, pero hay que hablar en la cancha. Confío en mis compañeros. No vamos a bajar los brazos y vamos a insistir partido a partido", aseguró el capitán rojiblanco.
Bravo aceptó la exigencia que les cae por parte de la afición, pero está consciente de que es entendible por los malos resultados que arrastran hasta el momento.
"Este equipo no puede bajar los brazos por tradición. Es importante que los jóvenes también sepan que la exigencia con Chivas es siempre. La gente quiere más y se va acumulando, pero hay que darle la vuelta a la página", recalcó.
El atacante explicó que estaban tratando de llevar por buen camino el encuentro contra la Fiera, pero después del gol en contra y la roja a Jair Pereira, no pudieron reaccionar.
"El partido se estaba sobre llevando, después del gol y la expulsión empiezan a jugar con nuestra desesperación", precisó.