Matías Almeyda es un experto en romper estadísticas negativas de Chivas. El timonel argentino ha sabido romper rachas adversas del Rebaño para devolverle los títulos, por lo que la Concachampions es la asignatura pendiente, ya que el Guadalajara no la ha podido ganar desde 1962.
Desde su llegada a los rojiblancos, a mitad del Apertura 2015, el argentino le devolvió la mística ganadora a los tapatíos, pues en ese certamen, el cuadro tapatío se proclamó campeón de Copa MX, título que se le había negado a los rojiblancos durante 45 años.
Gracias a ese campeonato contra León, Chivas pudo participar por la Supercopa, enfrentando a Veracruz, equipo ganador de la edición del Clausura 2016, donde nuevamente los pupilos del argentino levantaron el trofeo. Anteriormente, debido a que se disputaban torneos largos, el monarca de Liga se medía al ganador de la Copa en el Campeón de Campeones, título que el Guadalajara no conquistaba desde la temporada 1969-70.
Los logros continuaron y la siguiente asignatura del ‘Pastor’ era la Liga, certamen que logró conquistar en el Clausura 2017, al igual que la Copa MX, convirtiendo a los rojiblancos en el primer equipo en lograr el doblete en torneos cortos, además de conseguir ambos torneos de una misma edición, tras 47 años de espera, pues no se conseguía desde la misma campaña 1969-70.
Sin embargo, Almeyda no se adjudica el crédito de su éxito, pues considera que los jugadores han sido los artífices de los logros que ha tenido su gestión al frente del Guadalajara.
“Lo principal son los jugadores que entreno, porque son los intérpretes de lo que les digo. La estabilidad que me ha dado la institución ha sido fundamental. Siempre termino hablando de la unión y ha sido fundamental en este año y pico que llevo aquí”, finalizó.