El error que Christian Campestrini cometió en el último minuto del partido en el gol de la victoria de Chivas será difícil de superar, pero el portero de Puebla no se lavó las manos y aceptó su culpa.
"Ya tenía la pelota en la mano, la puse en el piso para pegarle y no lo vi. Uno no quiere cometer errores, pero sé que cae todo sobre mí, ya está, nos vamos tranquilos a casa pero al único que duele esto es a uno. Es todo error mío, toda responsabilidad mía, la derrota es mía, todo el mal momento de Puebla es mío", expresó en zona mixta.
El guardameta de La Franja se desmoronó al recordar que ya había pasado por algo parecido.
"La última vez que cometí un error salí llorando, parece que fue una desgracia. No le puedo encontrar la vuelta a lo que pasa en nuestro club, voy para dos años en la institución y uno trata de jugarse los huevos todos los fines de semana, pero pasan estas cosas.
"Ahora veo y es: 'un desastre, ándate del club, estamos en este momento por vos', no lo tomo con ironía, pero duele, porque uno se entrega al máximo, no es que viene de pasada", indicó.