El saludo de Ricardo La Volpe y Miguel Herrera quedará para mejor ocasión. Los dos entrenadores ni si quiera se voltearon a ver antes de que comenzara el duelo de anoche.
Mucha polémica se generó durante la semana con este tema, luego de que el torneo pasado cuando el Bigotón dirigía a Jaguares y el Piojo lo saludó al inicio del partido en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas y al final La Volpe lo acusó de haberle arruinado su cábala en medio de un conato de bronca.
Herrera fue el primero en salir de los vestidores y de inmediato se instaló en su zona técnica, desde donde vio el protocolo de la Liga MX y al término de este recibió un caluroso abrazo por parte de Osvaldo Martínez y Rubens Sambueza.
A pesar de que todas las miradas estaban a la salida de La Volpe, quien fiel a su costumbre salió de los vestidores al término de la ceremonia de la Liga, el argentino sólo se dirigió a su banquillo, sin ni siquiera voltear a ver a su discípulo.
Es complicado no crear una semejanza a sus estilos, los dos viven el partido igual. Todo el encuentro lo pasaron de pie. Sus gestos e indicaciones son muy iguales, incluso hasta en su manera de reclamar al árbitro, de regañar a sus jugadores o de lamentarse.
Al descanso los dos se volvieron a hacer de la vista gorda y se encaminaron a sus respectivos vestidores sin verse o por lo menos hacer un saludo a lo lejos. Parecían dos grandes enemigos.
El árbitro, Alfredo Peñaloza, fue el culpable de que el tan esperado saludo entre Ricardo y Miguel se diera. El silbante expulsó al Piojo tras la anotación de Arroyo por fuertes reclamos. Y sí ni al pasar junto a La Volpe lo volteó a ver.