Inicio de Baños en América, con números muy similares al de Peláez
En América sí hay vida después de la etapa de Ricardo Peláez. Tras la salida del entonces dirigente azulcrema a mediados del Clausura 2017, el panorama del club lucía sombrío, parecía que se desmoronaba la época de éxito que se gestó en 2012, luego de que por primera vez en cinco años las Águilas se quedaban fuera de la Fiesta Grande, rompiendo la cadena de 10 Liguillas interrumpidas con dicho dirigente.
La época post Peláez inició en el Apertura 2017, tras unos cambios a nivel directivo, pues junto con Ricardo (presidente deportivo) se dio la salida de Pepe Romano (presidente operativo), dando entrada a Santiago Baños y Mauricio Culebro (quien a finales del 2018 salió del club), respectivamente; los entonces nuevos dirigentes, no dieron lugar al error y hoy América ya amarró su cuarta Liguilla al hilo.
Los aficionados azulcremas pueden presumir de la constancia de su equipo, pues en los primeros dos años con Peláez cosecharon: cuatro Liguillas, un título de Liga MX, y no bajaron de los 30 puntos una vez terminada la Fase Regular de cada torneo.
No obstante, en la etapa post Peláez (Apertura 2017-presente) lograron conseguir resultados similares: un título de Liga y uno de Copa, aunado a que ahora tienen la posibilidad de pelear por el Bicampeonato.
Y no sólo eso, sino que en ambas etapas se logró reactivar a la cantera americanista, con Ricardo se debutaron a ocho jugadores, mientras que en los últimos dos años se le ha dado oportunidad a siete. Asimismo, se logró reactivar la venta de jugadores con ADN azulcrema al Viejo Continente: exportaron a Diego Reyes en 2013 y en este 2019 se dio la salida de Diego Lainez al balompié europeo.
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En la actualidad, las Águilas no han logrado encontrar un 'killer', pues en los últimos dos años no han tenido un Campeón de goleo, situación que sí se presentó en el inicio de la gestión del actual directivo de Cruz Azul, ya que Christian Benítez consiguió un tricampeonato de anotador.
La época de bonanza azulcrema sigue, su hambre de títulos no se detiene y en ambas gestiones ha encontrado en su entrenador, Miguel Herrera, al cómplice perfecto.
