Tierra maldita, León es territorio prohibido para América, difícilmente sale vivo y hoy fue la prueba con la victoria de los felinos de 2-0.
El vuelo va en descenso para el conjunto de Miguel Herrera, que a punto de enfrentar el primer clásico del torneo, ante los Pumas, llegan derrotados y superados en muchos aspectos por los Esmeraldas.
Los errores cuestan caro y mientras Andrés Ibargüen y Carlos Vargas se armaron de palabras por un saque en la banda izquierda apenas en los primeros minutos del juego, el enemigo acechaba y tomaba la medida para hacerlos sufrir de inmediato.
“¿Qué estás haciendo?” Gritó el colombiano al mas joven de la defensa, mientras que Fernando Navarro se aprovechó y centró al letal Mauro Boselli que tiene bien tomada la medida para hacerle gol a las Águilas, marcando el primero de la noche, pero el más especial por ser el 100 en su carrera en esta categoría.
Ahí se comenzó a desvanecer el aliento del equipo americanista, eran más ofensivos los dirigidos por Gustavo Díaz y en el primer tiempo, de no ser por Marchesín el marcador pudo ser más abultado en contra de la visita.
Nada estaba siendo más complicado para América como este encuentro, difícil su recuperación de balón, difícil encontrar el camino en la delantera y más difícil frenar al equipo que ya los tiene controlados en estos encuentros.
Para sentenciar la mala suerte, en una jugada Bruno Valdez va sobre Maximiliano Cerato y aunque no lo toca, el silbante Marco Antonio Ortiz determina la pena máxima a los 63 del tiempo corrido.
Así la pesadilla volvió, Mauro Boselli pidió hacer su noche redonda con otro gol y desde los once pasos puso el 12 en contra de los azulcremas.
Una noche para el olvido de un América que no encontró llegada, ni causó temor de lo que se vislumbraba en el torneo, ante León que resucitó entre cenizas para levantar la divinidad que llevaba a rastras en las primeras fechas.