La paz imperó en el Clásico Nacional. Como lo habían adelantado las autoridades, las directivas de América y Chivas, así como los líderes de las porras de ambos clubes, el saldo en temas de vionelcia fue blanco.
Desde muy tempranos la Secretaria de Seguridad Pública se presentó en las inmediaciones del Metro Normal al norte de la ciudad donde la porra más importante de las Águilas, La Monumental se concentró.
Pasadas las dos de la tarde, los aficionados partieron a través del sistema de transporte colectivo Metro hacia el estadio Azteca, siempre acompañado de elementos de Prorección Civil, así como personal del subterraneo.
Una vez que los seguidores azulcrema arribó a la estación de Tasqueña, donde abordaron el Tren Ligero, un nuevo grupo de elementos de seguridad ya los esperaba para resguardar su recorrido hasta su destino.
Cabe mencionar que el operativo que implementó la Secretaria de Seguridad Pública estuvo tan bien organizada, que una vez que la mancha americanista llegó a Tasqueña , les brindaron un tren especificamente para ellos, siempre tratando de cuidar la integridad de los pasajeros.
Al final, los seguidores americanistas lograron llegar al Coloso de Santa Úrsula bajo una atmosfera de fiesta con cantos y bailes pero siempre en armonía y sin ningún acto que lamentar.