El Campeón del futbol mexicano encontró el remedio para la 'campeonitis' que lo aquejó en el arranque del Clausura 2014. El León se metió a la selva chiapaneca para dejar en claro que en ese hábitat es el rey y con un contundente marcador, 3-0, consiguió un triunfo que los mete de lleno en la calificación a la Liguilla, conservando el sueño del Bicampeonato.
Cuando Jaguares de Chiapas abandonó la cancha después de los primeros 45 minutos, los rostros reflejaban devastación; el huracán que provocó la amenaza de no concentrarse, otro rumor naciente de una probable venta de la franquicia para el próximo verano, con cambio de plaza incluido, se mezclaron con una pesadilla en la cancha.
León anticipó sus intenciones, supo descifrar pronto lo que planeó el local y a los 12 minutos, en una jugada que se ensució luego de unos rebotes, terminó con Elías Hernández abriendo el marcador; seis minutos más tarde un error de coordinación en una línea de tres que pasó una parte inicial complicada, veía a Miguel Sabah poner el segundo y para redondear un cotejo indeseado, Mauro Boselli definió sobre la salida de Frausto para poner un abismo en el marcador.
Pudo León irse con una ventaja mayor al descanso, pero Alejandro Ayala levantó la bandera de forma incorrecta, cuando detrás de la línea del balón Sabah anotaba el cuarto tanto.
Para el regreso a la cancha, luego de unos minutos de intentarlo como inició, Sergio Bueno cambió el planteamiento, puso una línea de cuatro y refrescó su ataque buscando provocar más peligro, logró emparejar la el duelo y tener algo de mayor posesión, sin conseguir inquietar mucho la portería rival.
León no hizo más que repetir lo que Jaguares consiguiera una semana atrás, en Tijuana ante Xolos, decretando el triunfo por amplio margen en 45 minutos, y después administrando esfuerzos, sabedores de que el daño estaba hecho y que fue cuestión de poner orden para evitar cualquier intento de rebelión.